miércoles, 28 de mayo de 2025

LA GÉNESIS DE LA HOYA BERCIANA-Análisis de los fenómenos geológicos que han configurado el relieve de la comarca leonesa del Bierzo.

Introducción

TEXTO:  Rogelio Meléndez Tercero. Colegiado nº 601

 Existe una depresión del relieve en el oeste de la provincia de León, conocida como la Hoya Berciana, que se aprecia incluso en los viejos mapas de España de las escuelas más elementales de los pueblos. Está rodeada por el NO por las Sierras de Ancares y por el SE por los Montes de León. Su geomorfología hace ya siglos que llamó la atención incluso a algunos políticos de rango nacional (1) hasta el punto de que quizá fue una de las razones por las que allá en las primeras décadas del siglo XIX, se constituyó la “Provincia del Vierzo”. El hecho de que El Bierzo esté rodeado de montes, dio lugar a una leyenda (2) según la cual incluso en tiempos históricos (justo antes de la llegada de los romanos a esta parte de Hispania), fue un gran lago por el cual los astures en sus barcas se desplazaban como “Pedro por su casa”. Tal extremo ha sido rechazado de plano por historiadores y por supuesto por geólogos,(García Blanco C. ). Hay que señalar no obstante que la contemplación de una zona extensa y llana rodeada de terrenos más elevados (Cuenca Terciaria del Duero por ejemplo), incluso a los geólogos antiguos (3) llevó a pensar en lagos más o menos extensos (Ezquerra del Bayo, J. 1844).

Fig.1.- Ubicación de la Hoya Berciana. Mapa geológico de España y Portugal. Realizado por el Instituto Geológico y Minero de España y el Gobierno de Portugal. Escala 1 : 1 000 000.

El estudio de la génesis de esta hoya, pese a la extensa bibliografía hoy disponible, es más complejo de lo que a primera vista parece. Por otra parte, la forma tampoco es tan sencilla como parece deducirse de la expresión “hoya”. En realidad hay varias cuencas o depresiones interconectadas por cauces fluviales y con distinto grado de desarrollo. Hay además una serie de “escalones” o bloques a diferentes niveles. En este artículo no obstante el objetivo primordial es analizar la génesis y no describir en detalle su morfología.

Fig. 2.- En este plano en relieve del Bierzo, se ve que la cuenca de Ponferrada, (rojo) está mucho más desarrollada que las de Bembibre (azul)  y Noceda (amarillo). Las tres están conectadas por cauces fluviales. Escalas del plano: horizontal 1: 250 000 y la vertical 1: 100 000.

Una mirada a la historia

En la segunda década del siglo XVIII, se realizó por el cartógrafo Tomás López de Vargas y Machuca un mapa de la entonces llamada “Provincia del Vierzo”, pero este plano (bastante correcto para la época) nada señala sobre la geología en general, ni siquiera sobre la morfología (4). Los estudios (más bien apuntes sueltos) realizados en el siglos XVIII y en el siguiente y al menos hasta donde yo conozco nada insinuaron siquiera, sobre la formación de esta depresión.

Habría que esperar al año 1941 (Vidal Vox C.), para hallar una publicación geológica que intentase al menos abordar el origen de la misma. Este autor escribió que El Bierzo es una depresión tectónica originada durante el Plioceno. Así se indica en una memoria geológica muy posterior (Martínez García E. 1980). Conozco además un estudio relativamente antiguo, realizado por Sluiter W.J. y Pannekoek  A.J. en el año 1964, (Universidad de Leiden. Holanda) en el que si se exponen ideas sobre la formación de la depresión berciana muy interesantes y dignas de tener en cuenta incluso actualmente. La que más puede asombrar a personas sin conocimientos de geología, es la que afirma que la red fluvial berciana en vez de desaguar hacia Galicia, lo hacía hacia lo que es hoy es la Meseta Castellana, en un pasado geológico muy reciente.

Un relativamente viejo (año 1958) ,pero muy conocido mapa geológico de España y Portugal a escala 1 a 1 250 000, en el que figura una memoria de la cual es autor principal (aunque no único) el profesor Bermudo Meléndez (me dio clase), ya aporta algunas ideas interesantes sobre el tema. La llamada “Rodilla Astúrica”, se interrumpe o más bien queda oculta al llegar al Bierzo y si añadimos a este detalle la información de la estratigrafía y la geomorfología, la idea de que las zonas internas del Bierzo se han hundido respecto a los terrenos circundantes ya está bastante bien esbozada. Hay incluso un detalle (en la memoria precitada) que tiene relación con el origen de la red hidrográfica actual del Bierzo. Se alude a que a “finales del Terciario, un movimiento de basculación del Macizo Hespérico hacia Occidente”, ha dado lugar a que  la mayoría de las cuencas hidrográficas españolas viertan hacia el Atlántico.

Planos geológicos más recientes  y estudios posteriores, han ido añadiendo más detalles y mostrando una estructura geológica cada vez más acorde con la realidad. Por ejemplo el realizado por   Martín González, F. y N. Heredia, N en 2010.

El origen lejano

Dado que los terrenos sedimentados durante el Estefaniense, están poco plegados y que incluso parece probable que algunos de los pliegues sean sinsedimentarios; me da pie para pensar que durante todo el Mesozoico lo que hoy es El Bierzo fue una zona sometida básicamente a la erosión, que convertiría la superficie en una llanura similar a la de la actual Meseta Castellana y con una ausencia prácticamente total de sismicidad. Ello explicaría porque los sedimentos estefanienses además debieron estar sometidos a un proceso de alteración notable, debido a la lenta infiltración de aguas superficiales y exposición a la atmósfera durante dilatados períodos de tiempo a escala geológica. Esta zona alterada reconocida gracias a las labores mineras, penetró en terrenos carboníferos hasta una profundidad de 10 metros como mínimo, ya que es posible que la erosión la haya eliminado en parte (5).

Los terrenos carboníferos, fueron erosionados y re-sedimentados en el Terciario, porque aunque no es muy habitual, en el interior de una canto del Terciario, yo hallé hace años unos ejemplares de annularia que (ver figura 3), sin duda deben proceder del Estefaniense, cercano. Este fósil se halló en las facies llamadas Santalla en un punto ubicado a más de 5 km al Oeste de los sedimentos estefanienses (6) más próximos.

Fig. 3.- Tres ejemplares de annularia hallados en un canto re-sedimentado durante el Terciario. La escala gráfica señala centímetros y milímetros obviamente. La ficha en papel corresponde a las publicadas por el profesor D. Bermudo Meléndez en 1971. Fichero paleontología estratigráfica.

En cualquier caso no es momento de analizar lo que pudo ocurrir antes del Terciario, ya que lo que hoy llamamos Hoya Berciana es claramente posterior al inicio del Cenozoico. En el Terciario tendría lugar (profesor Bermudo Meléndez) la formación de la actual llanura de la cuenca hidrográfica del Duero, en la cual en principio también se incluiría y sin distinción alguna lo que hoy es El Bierzo en general. Está formada por sedimentos de origen continental, que fueron rellenando y conformando la llanura. 

El origen cercano

El verdadero cambio o si se quiere lo que habitualmente entendemos como la formación de la Hoya Berciana, se habría de producir cuando las aguas comenzaron a discurrir hacia lo que hoy es Galicia. Al Este del Bierzo (pero al Oeste del meridiano de Astorga) los cauces fluviales siguen un trazado prácticamente paralelo a los límites cartográficos de las diferentes formaciones geológicas, es decir una dirección O-SO a E-SE o si se quiere N 110ºE. Es la

Fig.4.- Las flechas indican la dirección y sentido primitivos de la red fluvial previa a la formación de la Hoya Berciana. Base cartográfica: upload.wikimedia.org.wikipedia. (Mapa relieve España. León)

dirección que en principio debían seguir los ríos que discurrían por lo que hoy es El Bierzo. Ver fig.4. Parece también fuera de toda duda que los cauces fluviales bercianos que en principio seguían una dirección general de NO a SE y sentido hacia el SE, han ido poco a poco modificando su trazada de modo que hoy se dirigen hacia el Oeste o Suroeste. Analizando la red fluvial actual con detalle, son evidentes esos cambios de dirección. Es evidente asimismo que debieron existir capturas fluviales, algunas de las cuelas aún hoy día se pueden analizar.

Existe un consenso generalizado en los estudios geológicos en que, nos hallamos ante una depresión o fosa tectónica originada en tiempos geológicos muy recientes. En la muy conocida memoria del Mapa Tectónico de la Península Ibérica y Baleares (IGME. Año 1977. Escala 1: 1.000 000), ya se cita aunque de modo muy superficial. Se atribuye a una etapa de fracturación de edad neógeno-cuaternaria.  Otros estudios señalan al Mioceno y Plioceno, como el período de tiempo en el que se inició la formación. Entiendo que es una expresión correcta.

En el Mioceno o incluso antes, se inició un proceso de levantamiento progresivo de algunas partes occidentales de la provincia de León, incluyendo al Bierzo. Se formaron varios bloques delimitados por fallas, unos más altos que otros. Era el inicio de la fosa tectónica. En algunos casos los sedimentos que formaron parte de la cuenca del Duero quedaron aislados. En cualquier caso el tránsito Mioceno/ Plioceno, aún es posible que la red hidrográfica al completo de lo que hoy es El Bierzo, siguiese vertiendo sus aguas hacia el Naciente.

A partir de la geomorfología y geología que hoy podemos analizar, es evidente que en la zona más occidental de la actual provincia de León y del propio Bierzo, donde aún hay profundas gargantas del río Sil (La Barosa- Valiña); es donde en principio se situó la divisoria de aguas con Galicia. Sería el incipiente nacimiento de la hoya, que poco a poco se extendería al naciente. El progresivo levantamiento de terrenos al NO y SE de esa zona, hizo que poco a poco se formase la cuenca de Ponferrada y su entorno. La línea divisoria de aguas se fue poco a poco aproximando a lo que hoy se llama el Monte Arenas, zona muy bien identificada en mapas geológicos por la existencia del plutón granítico de Ponferrada, emplazado justamente al NE de la citada población. Esta zona forma actualmente un umbral que separa las cuencas de Ponferrada y Bembibre, umbral en el que el río Boeza discurre por una estrecha garganta que comunica ambas cuencas. Ver figura 7.

 La cuenca de Ponferrada-Villafranca tiene un fondo prácticamente llano y mucho más extenso (15 x 20 km), que las cuencas de Bembibre y Noceda. En el caso de Noceda cabría hablar de unos 30 km cuadrados y con un fondo bastante menos plano que en el caso de Ponferrada. En Bembibre o si se quiere en la zona de San Miguel de las Dueñas a Folgoso de la Ribera, lo que hallamos es esencialmente un valle fluvial (río Boeza) de fondo plano, pero rodeado de mesetas con cumbres aplanadas que sobresalen a menudo unos 70 metros por encima de las actuales cotas de los ríos Boeza, el Noceda y otros arroyos más. Estas mesetas son similares a los cerros testigo de cumbre plana que hallamos en zonas de Castilla. Según algunos autores, las cumbres de estos cerros testigo son en algunos casos terrazas del Cuaternario (Pleistoceno) (7). Ello supone que nos hallamos ante pequeñas hoyas o valles fluviales, que se comenzaron a formar en el Cuaternario y que están en proceso de formación aún. Las pendientes de las laderas de esos cerros testigo, son lo bastante elevadas como para justificar una elevada tasa de erosión y sobre todo si tenemos en cuenta la litología.

Por tanto y en orden cronológico parece fuera de toda duda, que primero se formó la zona deprimida del entorno de Ponferrada y después la de Bembibre, quizá coetánea con la de Noceda.  Esta última (ahora desagua hacia el Sur) debió en principio verter sus aguas hacia el Este y conectar con la de Bembibre a través de lo que aún es el cauce del río Boeza, aunque este es un punto sobre el que tengo dudas. Ahora la conexión se produce con el río Noceda. Es decir la divisoria de aguas se siguió desplazando hasta donde hoy se halla, esto es en el puerto del Manzanal.

Antes de llegar a la situación actual (una etapa esencialmente erosiva) se debió producir una notable pérdida de la pendiente de los cauces fluviales, que propicio la aparición de zonas lacustres más o menos extensas (no existe nada similar actualmente). Los niveles calcáreos que existen en las proximidades de Bembibre, por ejemplo, son lo que queda de aquellos lagos aislados. Los sedimentos lentejones (conglomerados, arenas y arcillas, incluso con concreciones carbonatadas), señalan un ambiente esencialmente fluvial, aunque lógicamente los ríos y arroyos que generaron esas capas lenticulares ya no existen actualmente.

 En esta etapa se produjo en muchas partes una acumulación significativa de sedimentos que fueron rellenando las partes más deprimidas del relieve y dando lugar a zonas llanas de cierta extensión como las que hoy observamos cerca de Bembibre. Ríos y arroyos cuyo trazado hoy no podemos conocer fueron poco a poco aportando sedimentos, en algunos casos de considerable espesor. Más de 200 metros. (8) La colmatación de esas zonas produjo una serie de cumbres planas (cerros testigos) que hacen soñar a quienes creen ver en El Bierzo un inmenso, extenso y continuado lago general. Nunca, insisto, existió tal lago general. Existieron infinidad de pequeñas lagunas más o menos conectadas.

La ultima etapa de este proceso es la formación de los arroyos y valles fluviales actuales. Los más importantes son los de los ríos Sil y Boeza. En ambos casos y en la parte baja de su curso discurren por valles de fondo muy plano, debido a una migración de su curso hacia el sur. La llanura del oeste de Ponferrada es mucho más extensa que la del este (río Boeza). Estas llanuras por las que discurren los cauces señalados de nuevo sugieren la existencia de un antiguo e imaginario lago. La migración hacia el SE de los cauces de los ríos Boeza y Sil, hay que atribuirla a un proceso de basculamiento muy reciente de la plataforma sobre la que discurren. Yo diría que actual en términos de tiempo geológico.  El proceso de formación de la Hoya Berciana, aun continúa. La geomorfología, los datos de sismología e incluso los análisis de índole histórica así lo muestran.

Fig. 5.-Las flechas indican la dirección y sentido primitivos del cauce del río Boeza en el Cuaternario, antes de su desplazamiento al SE. Actualmente discurre a menos de 5 metros de la Ermita de San Bernardino. Distancia A-B = 4600 m. Base cartográfica: SIGPAC

En el año 2015 se publicó (“Tectonophysics”) un extenso estudio sobre la estructura de la corteza en la terminación del Orógeno Cántabro-Pirenaico en el NO de la Península Ibérica (Rodríguez Fernández  L.R.,  Pedreda A. y otros). En el mismo se hace directa referencia a la depresión del Bierzo y se muestra la estructura de la corteza hasta una profundidad de 20 km, reflejando una situación congruente con la de la figura 8 del presente artículo. Asimismo se señala al Mioceno como el período de tiempo en el que se produjo el aislamiento del Bierzo del resto de la  cuenca del Duero.

El Mapa Geológico de España (Hoja nº 18-Ponferrada) en su más reciente edición ( año 2021) se hace referencia a ese estudio del año 2015  y también a la controversia sobre el contexto tectónico de la génesis del Bierzo. Aunque ha habido diferentes puntos de vista las opiniones  mayoritarias y más recientes considera que “la formación de esta depresión tectónica y su relleno están condicionados por procesos de tectónica compresiva”.

Estas dos últimas publicaciones son lo más reciente que se ha dado a conocer y recogen una amplísima cantidad de información, sobre la génesis de la Hoya Berciana. Entiendo que son de consulta inexcusable para abordar este tema en el actual estado de nuestro conocimiento geológico del Bierzo. Las ideas recogidas en ellas están en la línea de lo reflejado en este artículo.

 

El análisis matemático

Todo lo señalado es una exposición básicamente cualitativa, pero yo entiendo que es muy cierto aquello de que “toda ciencia tiene de ciencia lo que tiene de matemática” (H. Poincaré) y la geología como ciencia y ejercicio racional debe tratar de apoyarse todo lo posible en argumentos matemáticos. La formación de la Hoya Berciana es obviamente, efecto combinado de la erosión y la tectónica, engarzados en el transcurso del tiempo. Tanto la erosión como la actividad tectónica han de tratar de definirse en términos matemáticos. Pues bien vamos a ver qué datos matemáticos tenemos sobre ambas áreas.

Fig. 6.-Falla inversa en el borde SE de la cuenca del Boeza. El Paleozoico está al SE. En este paraje hay una explotación aurífera romana. Son las conocidas minas de Castropodame.

 

MOVIMIENTO DE LAS FALLAS. ACTIVIDAD SÍSMICA

Hasta hace pocas décadas El Bierzo, se consideró una zona prácticamente asísmica. Según datos publicados hace años, el único terremoto que afectó seriamente a esta comarca, fue el de Lisboa (1755) ya que sus efectos se llegaron a sentir (hay informes al respecto) en El Bierzo, donde se percibió con una intensidad máxima de V (escala M.K.S.) Hay algún dato muy impreciso sobre otro acaecido en el año 1309 en Ponferrada, (epicentro) pero la referencia es poco clara. En los años 60 del siglo pasado algunos terremotos con epicentro en el Golfo de Cádiz también se sintieron (intensidad II escala MKS) y asimismo otro con idéntica intensidad (año 1961) y epicentro en Zamora. (Carrasco Pascual, D. 2005).

Sin embargo en la actualidad conozco más datos, que ponen en duda o al menos permiten matizar lo de prácticamente asísmica. En el registro (años 880 A.C a 1900 D.C.) de sismos históricos (Martínez Solares, J.M. y Mezcúa Rodríguez, J. 2002), he localizado 37 sismos en la zona de Galicia-Asturias-N de Portugal y León, distribuidos a lo largo de los 20 siglos últimos. El más antiguo del año 60 A.C. Por otra parte a finales del siglo pasado en la zona de Sarria-Becerreá se registraron varios movimientos sísmicos, que en El Bierzo en algún caso se sintieron con intensidad de V (MKS). Esta circunstancia propició la aparición de algunas publicaciones de índole científico (Rueda, J. y Mezcua  J. 2001) que han servido para conocer mejor la actividad sísmica actual del Bierzo y su entorno. Además y quizá debido a esa actividad registrada en los últimos años del siglo pasado, se realizaron tomas de datos de modo más preciso. Así entre 1999 y 2002 (Red sísmica local del Proyecto GASPI) se llevó a cabo un amplio estudio de micro sismicidad con la implantación de una red propia. Se registraron más de 500 sismos en una zona ubicada en torno a Sarria-Becerreá.  Cabe señalar que la medida instrumental de la sismicidad, en el NO de la Península Ibérica se inicia en los años 60 y por tanto es muy posible que gran parte de la información que podría ser útil considerando escalas de tiempo geológicas e incluso históricas no haya quedado reflejada.  En todo caso es evidente que la sismicidad instrumental, señala movimientos sísmicos de una magnitud tan baja que los desplazamientos de las fallas (en cada terremoto) han de ser inferiores a un milímetro. (Capote del Villar, R. 2003)

En los mapas de sismicidad actuales, con una simple mirada se distinguen claramente tres zonas principales de actividad sísmica en la Península Ibérica. La más importante es la del Sur de España, después la zona de los Pirineos y después de esta la zona del NO y más en concreto la confluencia de la provincia de León con Galicia. El Bierzo situado justamente al SE de la zona de Sarria-Becerreá, ha sido epicentro de numerosos terremotos de magnitud máxima 2. Esto antes del año 2002. Después creo que la tónica ha sido la misma.

Estudios recientes de la tectónica y la sismicidad en El Bierzo y su entorno señalan la persistencia de unos esfuerzos tectónicos que actúan de NO a SE y que son de tipo compresivo, es decir la parte septentrional del Bierzo está siendo empujada hacia el Sur y viceversa. En última instancia lo que observamos es efecto del empuje de la placa Africana sobre la Euroasiática. Aunque sus efectos lógicamente se dejan sentir con mucha mayor evidencia en el Mediterráneo, por alguna razón que yo no tengo clara, también se perciben en el NO de España. Esta situación da lugar a una serie de fallas (cabalgamientos incluso) inversas, que discurren de poniente a naciente y cuyos planos buzan al N en la parte septentrional y hacia el S en la meridional. El resultado final es un acortamiento cortical, (9). En el norte de Portugal  se han citado ( Rueda J. y Mezcúa J. 2001 ) movimientos de fallas de 0,02 mm/año, en base a datos de Días y Cabral (1991). Es un movimiento muy inferior al que se registra en el Sur de la Península Ibérica. Según este dato  un millón de años, (20 metros),es un tiempo claramente insuficiente  para dar lugar a saltos de fallas como los detectados en El Bierzo.  Por ello opino que la tasa de movimiento de al menos muchas de las fallas bercianas ha de ser más bien de 0,2 mm/año.

Las fallas (saltos a veces superiores a los 100 metros), que en muchos casos se han visto infinidad de veces en las minas de carbón, suministran información, sobre el proceso de formación de la Hoya Berciana y las características de esas fallas reflejan asimismo el acortamiento cortical señalado.

La paleosismología es una rama del conocimiento geológico que intenta analizar los movimientos sísmicos anteriores al registro histórico y también al arqueológico, pero no se han realizado en El Bierzo.  Tampoco conozco estudio alguno sobre simitas en la zona del Bierzo.  Pero pese a ello entiendo que es lógico señalar que en el último millón de años, han sido frecuentes episodios sísmicos como el registrado en los últimos 50 años. Es decir siempre sismicidad muy baja, pero suficiente para que desde el Mioceno a la actualidad se haya formado el relieve actual del Bierzo y su entorno.

GEOMORFOLOGIA.TASAS DE EROSIÓN.

 La geomorfología y según he señalado apunta claramente a una evidente tendencia de los ríos Sil y Boeza a desplazarse al Sur. Esta realidad muy evidente sobre planos topográficos, (figura 5) también se confirma por la presencia de diminutos valles como los que existen entre San Miguel de las Dueñas y San Román de Bembibre que desembocan en el río Boeza. Tienen una marcada forma de V, pero incrustada en un fondo anterior del valle que es muchísimo más suave. Yo interpreto esta situación, como resultado de la reciente (más bien actual) basculación hacia el Sur de la plataforma por la que discurren estos ríos.   

Hay algunos puentes como los de San Román de Bembibre y Molinaseca  en los que resulta evidente, que el primitivo trazado del cauce del río no era coincidente con el actual. Por otra parte relatos históricos que yo he leído en algunos casos y que en otros me ha facilitado el historiador local Manuel Olano Pastor, (“río antiguo”) indican que los cauces actuales de algunos ríos bercianos, han cambiado incluso en el transcurso de pocos siglos. Es decir desde la época romana a la actualidad. Habría que analizar uno a uno cada caso, para poder señalar datos numéricos concretos del desplazamiento de los ríos.

Las tasas de erosión medidas a partir de los sedimentos que se acumulan en el embalse de Bárcena, indican  que son arrastradas al embalse nada menos que  18 992 m3 por año en cada km2. (Carrasco Pascual D. 2005). Esto supone que en cada hectárea serían 189,92 metros cúbicos/año. Siguiendo este proceso de cálculo llegamos a la conclusión de que en sólo un año, la erosión lograría rebajar el terreno en 0,1899 milímetros.  En un milenio serían algo menos de 20 cm. y en dos milenios no llegaría al medio metro. Como es un rebaje medio, en una superficie de muchos kilómetros, en los cauces de los ríos ha de ser muchísimo más alto. Roberto Matías Rodríguez, (10) ha estudiado las captaciones en el cauce fluvial del río Cabrera, efectuadas por los romanos hace 20 siglos y en sus análisis sobre el terreno llegó a la conclusión de que desde la época romana a la actualidad en el cauce del río Cabrera y al menos en algunos tramos se ha rebajado el terreno unos 4 metros. Es un dato coherente con lo anteriormente señalado.

No obstante, (Carrasco Pascual D. 2005), también señaló que las tasas de erosión  medidas en El Bierzo oscilan entre 0 y 12 toneladas por hectárea y año en el 80% del territorio. En el 20% restante oscilan entre 12 y 30. La media son 9 toneladas por hectárea y año. Si tenemos en cuenta que los sedimentos del Terciario y Cuaternario se ubican en zonas no montañosas podemos hacer un cálculo o una estimación de sólo 5 toneladas por hectárea y año. Esto supondría un volumen de 2,5 metros cúbicos por hectárea y año. Continuando el proceso de cálculo nos lleva a una tasa de rebaje del terreno de sólo 0,25 milímetros en un año. Otro dato que también parece coherente. En 100.000 años sería 25 metros y en 200 000 años esos cerros testigos tan espectaculares como el de Almázcara , se habrían formado. Es decir en el Cuaternario. Trabajando con estas cifras y a modo orientativo yo estimo que en un período de tiempo de sólo medio millón de años, es más que suficiente para que todos los valles que hoy nos son conocidos se hayan formado. Si pudiésemos ver imágenes del Bierzo de hace tan sólo medio millón de años, no seríamos capaces de ubicar donde se hallan las actuales poblaciones del mismo.

Fig. 7.-El río Boeza profundamente encajado en el plutón granítico de Ponferrada, conecta las cuencas de Bembibre y Ponferrada. Imagen:www.rutinasvarias.com. (2012/11/01). Senda canteros de Ponferrada a San Miguel de las Dueñas.

Actualmente existen numerosos datos y análisis matemáticos sobre tasas de erosión y geomorfología. La Ecuación Universal de Pérdida de Suelos (Wischmeier-Smith ) es sólo un ejemplo. Existen asimismo estudios sobre tasas de erosión medidas a lo largo de tiempos que exceden con mucho el registro histórico, pero ninguno conozco referido al Bierzo.

Si se tuviesen muchísimos más datos (siempre matemáticos) sobre movimientos de fallas y sobre tasa de erosión, se podría a partir de los mapas del terreno actuales (con sus curvas de nivel), deducir como eran esos mapas hace por ejemplo medio millón de años, es decir realizar mapas en proyección ortogonal del terreno de hace 500.000 años. Realizada esta operación se podría confeccionar una imagen de ese antiguo terreno pero en proyección cónica, es decir lo que es por ejemplo una fotografía cualquiera actual, pero que sería de un relieve que existió hace medio millón de años. Esto es lo que yo pienso y que además, me confirma un buen amigo y experto en estas cuestiones que es Rogelio Cerdeira Crespo. Se trataría de aplicar técnicas que se conocen ya desde el siglo XIX (fotogrametría).

 Creo que es una tecnología, que se ha utilizado en nuestros tiempos para proyectos de restauración de minería a cielo abierto. En los mismos se nos presentan “fotografías” (  imágenes en proyección cónica) de formas del relieve, que se calcula que serán realidad en el futuro si se ejecuta correctamente el plan de restauración.

Fig. 8.- Croquis explicativo de la génesis de la Hoya Berciana, desde el Terciario a la actualidad.

 

Conclusiones

Tras el Estefaniense, la actividad tectónica en El Bierzo fue muy escasa. Sólo a partir de Terciario (Orogenia Alpina) hay constancia de una serie de movimientos tectónicos, que acabarán participando de modo importante en la actual geomorfología berciana.

A partir del Mioceno debió existir, una actividad sísmica y moderada, la misma que aún continúa y que junto a la erosión ha conformado y aún conforma la llamada Hoya Berciana. Esta se caracteriza esencialmente porque en tiempos geológicos recientes, (Mioceno) la que era una parte más de la Cuenca del Duero, se aisló y empezó a verter sus aguas hacia lo que es Galicia.

Las zonas centrales y más deprimidas del relieve están delimitadas por fallas y/o cabalgamientos, que a grandes rasgos siguen una dirección de poniente a naciente. Las fallas son inversas y sus planos buzan al norte en la parte septentrional y al sur en la meridional. En consecuencia la actividad tectónica da lugar a un acortamiento en dirección N-S de la parte más superficial de la corteza. La componente de cizalla del esfuerzo tectónico (t ) provoca pequeños desplazamientos de las fallas citadas.

Dentro de la fosa tectónica del Bierzo haya varias cuencas, conformadas en tiempos geológicos recientes. El proceso de formación de la fosa tectónica sigue en marcha.

Es esencial señalar que a pesar de conocer numerosos datos sobre este tema, queda pendiente una análisis matemático de la actividad tectónica (movimientos de fallas ) y de las tasas de erosión, para poder matizar y situar en orden cronológico todo el proceso de formación de la actual fosa tectónica, que se ubica en lo que conocemos como El Bierzo. Yo a pesar de analizar numerosa documentación, entiendo que hay todavía mucho que investigar sobre este asunto.

            NOTAS y REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

NOTAS

1.- Entre 1820 y 1823 (Trienio Liberal), las cortes de España, crearon la Provincia del Vierzo. Una de las razones esgrimidas para ello fue su peculiar relieve, que daba lugar a una especie de “provincia natural”.(Meléndez Tercero, R. 2021). En la zona del Puerto de Manzanal, se aprecia muy bien (por la morfología del terreno) que El Bierzo está hundido respecto al terreno ubicado justamente al este.

2.- Hay un libro  titulado  “Historia del Bierzo y Valdeorras” que recoge esta idea. Aunque se publicó como un libro de historia, tiene graves deficiencias. Una mezcla de historia y leyenda. Durante el Estefaniense si pudo haber varias  cuencas lacustres más o menos extensas e interconectadas, de las que dan aún testimonio los potentes niveles de conglomerados, ubicados en sus antiguos bordes que dan paso a areniscas, pizarras(arcillas en su origen) y capas de carbón. Incluso hay identificado algún nivel con fauna lacustre de edad Estefaniense, bastante extenso. Pero El Bierzo actual es otro.

3.- “Croquis geognóstico de la cuenca Terciaria del Duero, con los diques en que se halla encerrada”. Ezquerra del Bayo , J. Año 1844.  Ver referencia bibliográfica nº 7.

 4.- Sobre este viejo mapa de la “Provincia del Vierzo”, existen desde hace décadas muchas publicaciones. Algunas son mías.

5.- Recuerdo incluso haber realizado algún informe al respecto, cuando trabajaba en la explotación del carbón berciano.

6.- Se halló en concreto a una distancia de 1 km al NO de la pedanía de Castropodame. He intentado hallar más en ese paraje, pero la búsqueda ha resultado infructuosa. Creo que debería hacer un análisis más profundo de este resto vegetal fosilizado.

7.- El Mapa Geológico de Bembibre. (Serie MAGNA). Hoja 159 así lo considera. No obstante es un mapa que quizá hay que revisar y actualizar. Se realizó en 1972.

8.- Las investigaciones realizadas para la exploración de la cuenca carbonífera, son interesantes en este sentido ya que el Terciario a veces recubre a los terrenos con capas de carbón.

9.- Durante un tiempo en los estudios geológicos, no se reflejó nítidamente la presencia de fallas inversas y algunos geólogos (yo mismo) opinaban que la fosa tectónica berciana estaba delimitada al norte y sur por fallas directas. Hoy está claro que no es así. Es decir se consideraba que había un “estiramiento” de la corteza. En realidad es justo lo contrario.

10.- El ingeniero de minas Roberto Matías Rodríguez, es autor de numerosos y reconocidos estudios sobre la minería romana del oro. Aborda el tema desde el punto de vista de la ingeniería. Sus medidas sobre la erosión a las que yo aludo me las confirmó el mismo.

            Referencias bibliográficas

1.- CAPOTE DEL VILLAR, R y otros. 2003. Paleosismología: una herramienta fundamental para el conocimiento de las fallas activas y los terremotos. “Tierra y Tecnología”  nº 25.Pags. 27 a 36.

 

2.- CARRASCO PASCUAL, D. (Corporación para el desarrollo económico de Bierzo). 2005. Análisis Estadístico del Bierzo. Indicadores sobre Desarrollo Sostenible de la Comarca del Bierzo. (Social, económico y ambiental). “Huella Ecológica” del Bierzo y Ponferrada. Pags. 134 y 135.

 

3.-GARCÍA BLANCO, C. (Colectivo Cultural “La Iguiada”).El Bierzo: el lago que nunca existió.  Revista La Curuja. Noceda del Bierzo.

 

4.- INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. 1977. MAPA TECTÓNICO de la Península Ibérica y Baleares.

 

5.- INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. (E.N. Adaro) 1984. REVISIÓN Y SÍNTESIS GEOLÓGICO-MINERA DE LA CUENCA CARBONÍFERA DE “EL BIERZO”.

 

6.-INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA.(Diputación de León). 1994. MAPA GEOLOGICO DE LA PROVINCIA DE LEÓN. ESCALA 1: 200 000. Plano y memoria.

 

7.- INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. 2015. HISPANIAE GEOLOGICA CARTOGRAPHIA. La representación geológica de España a través de la Historia. Pag.21.

 

8.- INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. 2021. MAPA GEOLÓGICO DE ESPAÑA. Escala 1: 200 000. 2ª Serie. Hoja nº 18 Ponferrada.

 

9.- MARTÍN GONZÁLEZ, F. y HEREDIA, N. 2010. Estructuras alpinas en la terminación de los relieves del Orógeno Pirenaico y su relación con la sedimentación terciaria (Macizo Ibérico, NO Peninsular). Universidad Rey Juan Carlos.  XXII Reunión de la Comisión T. de la S.G. de España.

 

10.- MARTÍNEZ GARCÍA, E.1980 Memoria MAPA GEOLOGICO DE ESPAÑA E. 1:200 000.Hoja nº 18, primera edición. (Ponferrada).  Cartografía geológica histórica del IGME. Síntesis de la cartografía existente antes de 1973.

 

11.- MARTÍNEZ SOLARES, J.M. y MEZCÚA RODRÍGUEZ, J. (IGN). 2002. Catálogo sísmico de la Península Ibérica (880 A.C – 1900).

 

12.- MELÉNDEZ TERCERO R. 2021. El Bierzo: un capricho de la naturaleza. Notas varias.   Bembibre Digital.

 

13.- RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ L.R.,PEDREDA A. y otros. 2015. Crustal structure of the south-western termination of the Alpine-Cantabrian Orogen (NW Iberian Peninsula). Elsevier (Tectonophysics- 663).

 

14.- RUEDA J. Y MEZCUA J. 2001. Sismicidad, Sismotectónica y Peligrosidad Sísmica en Galicia.  INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL. Publicación técnica nº 35. .

 

15.- SLUITER, W.J et PANNEKOEK, A.J. 1964 El Bierzo. Étude sédimentologique et géomorphologique d´un bassin intramontagneux dans le NW de l´Espagne. LEIDSE GEOLOGISCHE MEDEDELINGEN.DI 30 1964, blz. 141-182. Univ. de Leiden (Holanda).

 

16.-   SOCIEDAD GEOLÓGICA DE ESPAÑA. INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. 2004. GEOLOGIA de España. (Editor principal J.A. Vera).

 

Además y como es obvio las hojas geológicas de la serie MAGNA (escala 1/50 000) de la zona aportan datos de interés sobre este tema.

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               Madrid  29 de mayo de 2025 //            Rogelio Meléndez Tercero

 

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