sábado, 3 de octubre de 2020

MEMORIAS DEL CARBONÍFERO, BEMBIBRE (LEÓN)


      Estudiando el carbonífero; cazadora verde, John Knight, prestigioso investigador británico y colaborador con el Real Jardín Botánico de Córdoba, camisa de cuadros Juan, geólogo e igualmente colaborador también con el museo citado, Juan Manuel Rincón, minerólogo y presidente de Aragonito Azul.


Rogelio Melendez Tercero, geólogo.


          La palabra “carbonífero” tiene muchos significados. Para el ciudadano corriente todo aquello que tiene que ver con el carbón. Para un geólogo y muy a menudo un período de tiempo de la historia geológica de La Tierra.

         Este período de tiempo duró muchos millones de años. Se inició hace 359 Ma y finalizo hace 300 Ma. Este largo período de tiempo se subdivide a su vez en otros varios uno de los cuales es el Estefaniense que es el que predomina representado en la cuenca del Bierzo

       

        Este duró unos 5 millones de años. Se puede admitir que comenzó hace 305 millones de años y finalizo por tanto hace 300. Fue durante estos aproximadamente 5 millones de años, cuando se formaron en lo que hoy es El Bierzo una serie de turberas, que hoy son capas de carbón. Están constituidas por restos vegetales, los mismos  que tras los consiguientes procesos de compactación y diagénesis han dado lugar a las capas de carbón que tan familiares resultan a todos los bercianos.  

La actividad tectónica del Carbonífero, propició la formación de cuencas sedimentarias una de las cuales aún perdura en nuestros días, tras sufrir lógicamente los pertinentes cambios que el transcurso de millones de tiempo geológico ha impuesto. Como es de dominio público, durante muchas décadas el carbón ha sido un importantísimo factor de desarrollo socio-económico en lo que es la Cuenca Carbonífera del Bierzo.

Es bastante frecuente que en esos restos fosilizados, aparezcan troncos de árboles que vivieron lógicamente hace unos 300 millones de años. Hace ya muchos años (en 1992 aproximadamente) localicé uno en la carretera de Bembibre a Noceda. Ver fig 1. Hoy quizá la meteorización natural lo habrá hecho casi desaparecer.

 



Fig.1 .- Fotografía de un molde interno de calamites tronco fósil  que hay (o había) en el borde de la carretera de Bembibre a Noceda. La mira taquimétrica tiene una longitud de un metro.


       No obstante, el más interesante que localicé fue otro. Ver figuras 2 y 3. Creo que fue hacia el año 1998. Se trata de un ejemplar del 
licophyta, (lepidodendrom, sigillaria) en este caso también molde interno que a continuación hablaré en detalle y que me sirve de base para elaborar este sencillo artículo.

 



Fig.2.- Tronco fosilizado, molde interno de licophyta que es el objeto esencial de este artículo. Mira taquimétrica de un metro.





Fig. 3.- Imagen de la figura 2 ,explicando lo que se ve dado que la foto al ser un tanto antigua no tiene mucha calidad.

UN ÁRBOL DE HACE 300 MILLONES DE AÑOS

Según mis recuerdos se halló en una explotación a cielo abierto, en las proximidades de Boeza, en un paraje ubicado entre esta localidad y Quintana de Fuseros. Adjunto una fotografía de un mapa geológico bastante detallado, en el que señalo (figura 4), la zona donde según mis recuerdos se halló este fósil. Comparando este mapa con otros del SIGPAC (cartografía del I. Geográfico Nacional), (ver fig. 5) es posible delimitar a grandes rasgos la zona donde se halló. Las coordenadas del punto exacto las ignoro. Supongo que de nada servirían pues al estar en una explotación a cielo abierto ese tronco habrá sido destruido o sepultado.

Tal y como se ve en la fotografía lo que hallé era una capa de carbón bastante estrecha, quizá de sólo 25-30 cm. que estaba casi horizontal y siendo explotada a cielo abierto. Sobre la capa aparecía un tronco fósil, licophyta dicorticada en posición de vida, (sigillaria o lepidodendrom) con un diámetro ligeramente menor de un metro y por lo que parece desprovisto de su corteza.


            La parte inferior del tronco estaba totalmente carbonizada, sin embargo la parte de arriba no era carbón si no una roca que parece arenisca. A partir del análisis de las fotografías, me da la impresión de que lo que se conservó no fueron detalles de la corteza del árbol, si no lo que era posible ver tras despojar al tronco de su corteza. Sería pues el fósil de un tronco de un árbol “pelado” o “mondado”. Las formas de las cortezas de los árboles del Carbonífero, no presentan por lo que yo se el mismo aspecto que  vemos en las figuras 2 y 3. En términos científicos  y en paleobotánica cuando un tronco fósil se encuentra sin su corteza original se cita como dicorticado.

¿Cómo se formó tan curiosa estructura? Voy a tratar de contestar, aunque advirtiendo eso si, que tengo ciertas dudas y que espero que la publicación en este “blogg” de Aragonito Azul puede servir para que otros estudiosos aporten sus sugerencias.



Fig. 4.- Fotografía del conocido coloquialmente como Mapa de ADARO, que se realizó en el año 1985. La ubicación de los pueblos de Boeza y Quinta sirve de referencia para la escala.


Yo entiendo que se formó primeramente una turbera, (restos de materiales leñosos y restos de plantas) que en principio debía tener una potencia quizá de un metro. La acumulación de un metro de turba y según lo que yo he podido averiguar, requiere un período de tiempo que oscila entre 1400 y 5000 años. En este caso basta con quedarnos con el dato de que esa estrecha capa de carbón se tardó en formar (cuando era sólo una turbera) más de mil años.

Ahora bien después de formada la turbera y cerca   creció este árbol fosilizado. La turbera se extendió por acumulación de restos vegetales y rodeo por completo al árbol. Las raíces del árbol quedaron así inmersas en la antigua turbera, que es materia de origen vegetal. ¿Cuántos años vivió ese árbol? No podemos descifrar la edad de estos árboles ya que solo podríamos hacerlo a través de los anillos de crecimiento y esto solo ocurre en los árboles que han sufrido el proceso de permineralización como ocurre con los xilópalos, árboles petrificados.   En cualquier caso lo que si debió ocurrir es que la parte inferior de ese árbol, o del tronco del mismo se fue poco a poco todo alrededor cubriendo de sedimentos, que serían arenas más o menos finas. Este fenómeno  sin embargo debió servir para evitar la descomposición del tronco durante un cierto tiempo. Al final no obstante la materia vegetal se fue descomponiendo y el hueco de la misma se empezó a rellenar por sedimentos muy similares (pero no iguales) a los que en su día sepultaron la parte baja del tronco.

Esta circunstancia genero una superficie de discontinuidad, entre el hueco dejado por el árbol y el resto. Es una fenómeno similar al que ocurre cuando se extiende una capa de hormigón, se deja sacar un tiempo y después se extiende otra.

Con el paso del tiempo, la parte del  árbol incrustada en la turbera, se carbonizó como el resto de la turbera; pero no la parte superior rellena con materia no vegetal. Esta materia se convirtió pues en un molde, que reproduce con bastante detalle la forma del tronco del árbol. La existencia de una superficie de discontinuidad, facilitó la conservación del molde que no quedó fusionado con el material circundante también diagenizado (como el propio molde). Esa superficie de discontinuidad, es la que 300 millones de años después  facilitó la “reproducción” en piedra de la figura del tronco del árbol.

Por circunstancias que no vienen al caso, no hallé tiempo hace años para analizar en detalle este tronco fósil. Si lo hubiese hecho quizá podría aportar algunos detalles más concretos e interesantes de los que figuran en este artículo. No obstante gracias a las aportaciones de la prestigiosa paleobotánica y especialista en la flora del Carbonífero Carmen Alvarez Vázquez de Real Jardín Botánico de Córdoba hemos podido actualizar datos y 

Dicho esto y con ciertas dudas como he señalado, quiero resaltar que en alguna ocasión me han hablado de troncos de árboles fosilizados que “atravesaban” varias capas de carbón. Si tenemos en cuenta los tiempos de formación (sedimentación) de una turbera y de una capa de cualquier otro material habitual en este tipo de terrenos; es decir limo (lutitas y pizarras futuras) o arena (futura arenisca) y la duración de la vida de un árbol en el Estefaniense, ¿Cómo podría explicarse eso de cortar varias capas? Pues no lo sé, por ello pienso que simplemente, ello no es posible, pero “doctores tiene la Iglesia”.



Fig. 5. Situación de la zona donde se halló el fósil en plano del IGN. (SIGPAC).


           En cualquier caso lo que si está fuera de toda duda, es que la fotografía de la figura 2 (al igual que la de la figura 1) son sin duda alguna lo que podemos denominar “memorias del Carbonífero”

En  realidad estos troncos fosilizados, son "testigos" de lo que ocurrió en la Tierra en el Estefaniense. Hace mas de 25 años publiqué en la revista "Tierra uy Tecnología" (N.º 7) un articulo en el que especulé con la posibilidad de que estos restos fosilizados pudiesen aportar pruebas, en favor de la conocida como Teoría de la Deriva Continental. No se hasta que punto las ideas entonces publicadas son acertadas o no; pero si  lo fuesen serian un argumento muy original por lo que yo se.



                                D. Rogelio Meléndez Tercero, Geólogo e investigador científico, miembro del INGEMI 

                              (grupo multidisciplinar de investigación geológica y minera)

                                                               Bembibre 3 de octubre de 2020




Así son las cosas y así se las hemos contado.



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