viernes, 30 de enero de 2015

PRIMER TALLER DE RECONOCIMIENTO DE MINERALES REALIZADO FUERA DE NUESTRO LABORATORIO, COLEGIO "VALENTIN GARCÍA YEBRA, PONFERRADA (LEÓN)


Primar grupo, cada uno con su regalo, una bolsita mineral.

Segundo grupo
      Fabuloso los dos grupos de escolares de este colegio que apuesta por otras alternativas en la dibulgación del mundo mineral y fósil.

Héctor,  colaborando en el taller

Alberto Alfonso, geólogo mostrando sus enseñanzas.
        Todos los asistentes al taller interactúan en todas las acciones del taller comprovando de manera directa las características de los minerales que se exponen para ellos.


La fractura




Debidamente pertrechado este alumno rompe un trozo de mineral para observar posteriormente la forma en que se fractura
Exfoliación










Con el yeso mostramos las características que este mineral tiene al ser exfoliado
Magnetismo











Con un imán y virutas de magnetita mostramos como los minerales tienen propiedades magnéticas
Dureza

















Lo que más les a gustado es en la parte del taller en la cual pudieron comprobar  la dureza de un mineral,  como la calcita o el cuarzo utilizando un vidrio como material para ser erosionado por fricción 






     
También los minerales tiene olores y sabores en este caso hemos utilizado la sal para que ellos identificaran este mineral de uso común en la vida de las personas.

Y por que no, sabor....

Sensaciones sorprendentes.

Efecto Birrefringencia con el espato de Islandia.

Muy atentos a las explicaciones de Juan

En todo momento participaron de una forma sorprendente.
    Un vez más aragonito azul enseña a los jóvenes este mundo fascinante a través del juego y de la participación.
    Agradecemos al Centro Escolar Valentín Yebra de la localidad  de Ponferrada y Ángeles, funcionaria del mismo centro el que año tras año cuenten con nosotros para este tipo de actividades.


Así son las cosas y así se las hemos contado .

miércoles, 28 de enero de 2015

TESOROS ESCONDIDOS DE LA CEPEDA, QUINTANA DEL CASTILLO, LA VEGUELLINA DE LA CEPEDA, DONILLAS,

De derecha a izquierda, Jorge, profesor; Jose Manuel, exmonitor mina escuela ; Manuel Fernández Rabasa, ingeniero de minas y nuestro guia; Ivo, Ingeniero Técnico Forestal; Ricardo, Gerente Bodegas Pétalos; Carmen, Arqueóloga; y los benjamines. Por abajo derecha, Juan Manuel, el presi; al lado Jose Luis, tesorero.   

           De nuevo nos dirigimos a la comarca de la Cepeda en busca de las quiastolitas de la zona y en especial del pueblo de Donillas de la Cepeda, donde hemos convocado una "quedada" con nuestro guía particular Manuel Fernández Rabasa, abusando de su hospitalidad en esta mañana helada, que mejor estaría al calor de las mantas en su hogar, por lo que agradecemos doblemente su dedicación e interés en la aventura.
No es la primera ocasión que visitamos estos lares y ya hemos dado cuenta en nuestro blog de ello, por lo que completaremos algunos datos y quizás repitamos algunos pero merece la pena. Comenzaremos con una mención al pueblo y algunas peculiaridades recogidas de la página web  http://donillasdecepeda.eu5.org/situacio/situacio.htm, que recomendamos visitar sosegadamente para conocer más datos del lugar, que para algunos de los bercianos nos puede resultar desconocido.

Donillas de Cepeda es un pintoresco y apacible pueblo situado prácticamente en el centro de la provincia de León, un poco desplazado hacia el Oeste, pertenece a la comarca de la Cepeda, comarca de la Tierra de Astorga. Su ayuntamiento es Quintana del Castillo situado a 3 km, junto al embalse de Villameca. Es cuanto menos curiosa la localización de estos minerales de Andalucita, variedad Quistolita, su aparición en algunos casos cristalizada se debe a que esta formación se encuentra discordante sobre las Pizarras de Luarca que aparecen afectadas por un fuerte metamorfismo térmico. En la zona se conocen como la piedra del rayo.

          Tras una primera revisión en la inmediaciones de Donillas, nos dirigimos al cercano pueblo de Veguellina de la Cepeda para realizar otra inspección a sus terrenos, localizando también algunas muestras de esta joyitas tan llamativas.

Cada una de ellas es un tesoro natural e inimitable.

Un primer plano de las estrías y colores de estas maravillas de la creación.
            Nuestra siguiente parada es en uno de los numerosos caminos trazados para la concentración parcelaria de esta tierras, donde -como no- también hallamos quiastolitas. La tercera "caída" ya será en el pueblo cabecera del municipio y que da nombre al castillo del que apenas quedas algunos restos ya que muchas de sus piedras fueron utilizadas para la construcción de algunas edificaciones, Quintana del Castillo. También podemos observar en la parada técnica que realizamos para "abrevar" en el bar del pueblo, abundantes quiastolitas en las piedras de su fachada y en otras casas cercanas; alteradas y erosionadas pero algunas bien definidas y vistosas.

             Existe en la plaza del pueblo una enorme palloza que desgraciadamente ha sido restaurada y cubierta con chapas metálicas, quizás no exista presupuesto para esto y hallan hecho lo que han podido, pero nos gustaría admirarla algún día como fué en su estado original. En la misma plaza se ubica una interesante cruz jacobea testigo del paso de peregrinos a Santiago de Compostela en alguna lejana época y que como tantos otros pueblos de toda la provincia y en nuestro Bierzo -en concreto Bembibre, donde tiene la sede nuestra Asociación-. a pesar de haber reivindicado a los largo de los años y en un sinfín de ocasiones a las altas instituciones la inclusión en la ruta Jacobea, a fecha de hoy no se reconoce como tal, los trayectos del camino francés ya se encuentran demasiado saturados y masificados por lo que sería una excelente alternativa para los peregrinos la visita a otros lugares que históricamente fueron paso de caminantes y que enriquecería y variaría la percepción de otras bellas zonas leonesas como es el caso que nos ocupa. Desde este humilde blog, queremos romper una o dos mil lanzas a favor de este proyecto.

Crucero realizado con pizarra de la cantera local donde abundan las quiastolitas y palloza.
          Tras este alegato a nuestros derechos, aconsejamos en cualquier época del año una detenida visita a todos estos interesantes y bonitos pueblos muy cercanos entre si, los ya mencionados y otros como; Villameca, Ábano, Castro de la Cepeda, Río Frío, Porqueros, San Feliz de las Lavanderas (que bonito nombre), Palacios Mil y especialmente por su destino final el pueblo que quedó sepultado bajo las aguas del pantano; Oliegos, del cual tuvieron que emigrar sus vecinos en un penoso mes de noviembre de 1945 para la lejana localidad de Rueda en Valladolid, alejados de sus hogares, vivencias y recuerdos para siempre. En época de estiaje, emergen de las aguas lo que queda de sus edificaciones con sus paredes de pizarra y apenas argamasa, y el aspecto fantasmagórico y enigmático del lugar que nos hace pensar en cómo sería su existencia y su pulso cotidiano y el drama del abandono de sus moradores de sus raíces ancestrales. Merece la pena una visita desde Palacios Mil por una pista sin asfaltar, bien en coche o en una aconsejable y corta caminata.

           Quedando pendiente una próxima visita por todo lo que  ha quedado por explorar, solamente decir que ha sido como siempre una grata visita, en armonía y buena compañía.

Rabasa informándose con una vecina de Vegellina de Cepeda


Ricardo y Jorge realizando las primeras incursiones.

Ivo fué de los primeros en tener su tesoro


A falta de limpiar y pulir ya muestra toda su belleza.

Prismas de Quiastolitas
      Sin lugar a  dudas estos parajes nos muestran la riqueza mineral y patrimonial que contienen.  Como ya hemos citado en un anterior reportaje la geología del lugar obviaremos esta información. Cuando se citan yacimientos o indicios minerales a nivel nacional siempre caemos en la determinación de yacimientos tipo, olvidándonos que en otras provincias o lugares también existen zonas que deberían de ponerse en valor por su interés geológico, histórico y patrimonial.  Este yacimiento mineral debería de reconocerse a nivel nacional y describirlo de forma rigurosa pues la cita de quiastolitas del pantano de Villameca se queda corta ya que próximos lugares como Donillas, Quintana del Castillo, Castro de Cepeda y La Vegellina de Cepeda contienen una riqueza mineralógica destacable en quiastolitas y en sus características y hábitos cristalográficos.

 Dependiendo la erosión y cristalización predominan:

Cristal redondo de base cabujón

Cristal prismático de base cuadrada

Cristal oval de base de  cuña
             Creemos que este es uno de esos lugares que deberían de ser mostrados de forma rigurosa y con criterios más estudiados, no nos vale un pequeño cartel en formato A3 (que pasa desapercibido para todo el que pase en coche o incluso caminando) donde se denomina  como LIG, es decir lugar de interés geológico, la información reflejada no nos lleva a poder saber como llegar (falta información y señalización especifica) y también de reflejarse con más datos de localización sus canteras y zonas de extracción de la pizarra la cual contiene este bello mineral que esta asociado a la roca citada y de una manera directa a sus habitantes.

            Deberían de citarse  pueblos y casas las cuales se han construido con esta peculiar pizarra y de canteras cercanas a las poblaciones (no estaría mal un mapa con las localizaciones de estas zonas de laboreo elaborando mapa georeferenciado o señalizado).

          Toda esta información y alguna más redundaría en un mayor conocimiento del LIG y de la relación que existe con la historia de estos pueblos que necesitan de ser conocidos y mostrados por su belleza y características patrimoniales.

           Se le han dado numerosos nombres:“piedra rayo”, porque entre sus propiedades está la de ahuyentar las tormentas; “de la culebra”, ya que protege de la picadura de la vívora, “sampedra”, en honor de San Pedro, nombre que viene de un documento del siglo XVII obra de un monje Bernardo del monasterio de Villanueva de Oscos (Asturias), “piedra cruz” ya que por cualquier parte que se las abra, se halla en ellas la señal de la cruz, “piedra de Santiago” , utilizada como amuleto por los peregrinos jacobeos, “piedra celta” , la utilizaban como salvoconducto para mostrar su estirpe, al parecer, la mostraban cuando necesitaban dejar constancia de su origen, “piedra mágica”.

Cara de prisma de quiastolita altamente cristalizada y casi transparentes de gran pureza
          Esta pequeña muestra no dice en si nada por estar muy fracturada pero es la única que contiene partes cristalizadas muy definidas y transparentes que bien se pudieran pulir formando los bellos cabujones que en tiempos pasados tallaban algunos joyeros o artesanos.


Según el Diccionario Geográfico- Histórico de las Indias Occidentales del año 1789, pag. 147, cita:
Piedra de Cruz (Lapis Crucifer) 

Quiastolita
"Piedra semejante al mármol, verde, que se encuentra en el Nuevo Reyno de Granada, que por qualquiera parte que se rompa manifiesta una cruz de color negro perfectamente dibuxada, la qual aseguran allí que tiene singular virtud contra los reúmas y calenturas : la abundancia de ellas las hace comunes y de poca estimación, Mr. de Bomare dice que parece ser una especie de madrépora fosil, cuyas dos lamas se cruzan de modo que cortadas orizontal, ó verticalmente representan una cruz, llenando la naturaleza los intervalos de los angulos de una materia arcillosa y dura. Dice tambien que se hallan esas piedras en Portugal, en Santoigne, en Normandía y en Gniena, y particularmente en España cerca de Santiago de Galicia, y que los Plateros Españoles las engarzan en oro y en plata para hacer creer á las gentes que se encuentran ya púlidas"

Quiastolita, todos son distintos y únicos.


           Saliendo de Vegellina de Cepeda  y en dirección a Pandorado/Abano (carretera de tierra de concentración parcelaria) pudimos observar como lo refleja la foto de arriba, unas cárcavas consecuencia de la erosión de un antiguo yacimiento aurífero explotado por los romanos.

           Las posibilidades son grandes, con la información del mapa geológico y la interpretación de nuestro amigo Rabasa detectamos otra zona de gran interés, en este caso la zona corresponde a terrenos distintos no ya por la determinación general del mismo (terciario) si no por las características de los terrenos que envuelven estos minerales, terrenos que muestran una granulometría menor de los cantos rodados y un aumento en arenas y limos.

           Nos hacemos una pregunta? El encontrarse en esta zona terrenos con una granulometría menor y diferenciada con aumento de limos y arenas y cantos más pequeños, será la consecuencia de una menor explotación agrícola de algunos terrenos?. Si esto fuera así la nula utilización de agua de riego supondría una menor erosión de partículas pequeñas que serian arrastradas a zonas mas bajas de las zonas explotadas en agricultura de forma continua.

          También pudieran ser zonas de acumulación de detritos formados hace muchos años por la geomorfología del lugar y que han sido poco manipulados artificialmente (arado o tratamiento de tierras de labor)


         Los cristales de quiastolita  que aparecen en este lugar  también son diferenciados, primero son de mayor tamaño que los que hemos recogido en Donillas y La Vegellina de Cepeda (teoría antes citada)  y así lo hemos podido comprobar por las piezas recuperadas, la otra característica es la forma casi plana y lenticular alargada de muchas piezas como las de la foto de arriba. Bastantes de estos cristales carecen de las partes (prismas) carbonosas de color blanco que adornan la  quiastolita de otras zonas de acopio.

Quiastolita de 6cm de largo y 2cm de ancho cortada buscando la cruz.

La misma pieza fraccionada, a falta de un pulido, preciosas muestras.

Antiguamente, Quintana de la Cepeda.

            Esta edificación esta realizada con los los materiales de una cantera próxima al pueblo situada en la Sierra cercana al pico de Pozofierro de 1524 metros de altitud, también y según nos han contado vecinos de esta localidad muchas de sus piedras y sillares proceden del castillo de Quintana..

En esta edificación se pueden observar los trabajos con esta característica pizarra local.

           Hemos observado que las quiastolitas que contienen estas pizarras son pequeñas y de prismas cortos, diríamos que muchas de ellas son casi redondas, altamente alteradas por los óxidos de hierro y que las hacen muy vulnerables como lo hemos podido comprobar en algunas casas donde los bloques han sufrido una erosión descomponiendo en parte el bloque y quedando aéreos los cristales de quiastolita.

         No existe un color uniforme en los bloques como vemos en la edificación, contiene cristales de moscovita de 1mm aproximadamente, el brillo casi metálico por la incidencia de la luz imita a la pirita confundiendo el mineral, para el profano esta pizarra pudiera tratarla de arenisca.
No nos olvidemos que esta roca se ha formado por compactación a través de grandes presiones de rocas sedimentarias arcillosas y a veces ígneas, esta pizarra parece no haber tenido estas presiones en su formación pues no parece muy compactada, eso beneficiaría el labrado en bloques para edificación

Rabasa, observando los bloques de pizarra y quiastolita labrados de forma magistral

     En las fotos de abajo un ejemplo de lo que citamos anteriormente.

Maravillosa quiastolita empotrada en una pared
    Vemos como los prismas de quiastolita han quedado aéreos y metamorfizada la pizarra por la alteración y erosión de la misma.

Se conservan los prismas de quiastolita/andalucita, la pizarra se descompone.
    No toda la pizarra tiene la misma compactación como tal, por lo que deducimos que la composición y compactación mineral de la pizarra no es la misma, será que son de distintas canteras, posiblemente, no nos olvidemos que existe una zona de transición geológica donde comprobamos la diversidad en la pizarra, lutitas o similares.
Más formas geométricas formando combinaciones únicas.
     La diversidad de formas en los dibujos es común observarlos en los bloques de algunas construcciones del pueblo de Quintana del Castillo.
Mucho trabajo de cantería se observa en todas las construcciones.

Así son las cosas y así se las hemos contado.





jueves, 15 de enero de 2015

UN TESORO POR DESCUBRIR EN EL BIERZO

LAS MINAS DE ORO ROMANAS DE CASTROPODAME
Cap.1.-Su historia y su conocimiento.
Rogelio Meléndez Tercero

Localidad de Castropodame el fondo mina de oro California?, mina Africana o nueva California?
          Resulta curioso que hoy día en pleno siglo XXI, los vecinos, naturales y allegados a Castropodame podamos conocer las viejas minas de oro de nuestro pueblo mejor que muchos de los que nos precedieron y que vivieron en épocas mas próximas a la de su explotación. Son paradojas de la Historia.

          Este artículo está redactado pensando especialmente en los de Castropodame y por ello emplearé expresiones que a nosotros nos resultan familiares, aunque no tanto a quienes no conozcan a fondo nuestro pueblo. Por el mismo motivo el necesario apartado con las notas bibliográficas, lo omito; aunque lógicamente lo puedo facilitar a quien lo desee.

SIGLOS DE OSCURIDAD

          Sin duda superan el centenar las generaciones (basta un cálculo sencillo) que han convivido con estas viejas minas que ahora ¡¡ por fin¡¡ las autoridades locales intentan dar a conocer y poner en valor. No sabemos a ciencia cierta que pensaron los antepasados de estas excavaciones (Los Valles, La Encinal,las cuevas, las “pozas” del monte, los pedregales de Nogaleas,....); pues ciertamente no fueron fue pródigos en dejarnos escritos con sus opiniones. Es lógico que así sea ya que las escuelas de primeras letras no se asentaron al menos de modo definitivo hasta las primeras décadas del siglo XIX. Esto supone que durante siglos saber leer, escribir y realizar las operaciones aritméticas mas simples, era algo tan extraño (quizá mas) que hallar actualmente, alguien en el pueblo con estudios universitarios. Tal era la situación que últimamente tengo la costumbre (creo que acertada), de tomar nota al analizar viejos documentos de las personas que sabían al menos firmar. No eran muchas. Por otra parte las condiciones de vida (baste recordar lo que ocurría hace escasa décadas, durante la Posguerra ), no dejaban mucho tiempo libre para cultivar la actividad intelectual y para remate se daba la circunstancia de que el escaso tiempo se quedaba para pensar era absorbido en gran medida por la religión. El asunto es que hay constancia fidedigna de que a lo largo de los siglos si hubo muchas personas con capacidad para hacer una pequeña redacción sobre estas viejas minas. Me refiero en concreto a los curas. Tenemos abundantes escritos de por ejemplo Antonio Parragués que en la segunda mitad del siglo XVI, fue cura del lugar. Sabemos incluso que otro cura Antonio de Quiroga y Losada tenía tanta afición a la pluma que incluso hizo un extenso libro (sobre religión como no); en los últimos años del sigo XVII . No ejerció su ministerio en Castropodame, si no en una parroquia de la ciudad de Valladolid; pero visitó al parecer reiteradas veces su pueblo natal. También hubo escribanos que eran personas allegadas al pueblo por tener aquí bienes u otras razones y en fin podríamos seguir con este listado de personajes ilustrados en su tiempo; pero no conocemos un sólo escrito de ellos que cite a estas minas y por supuesto menos aún algún tipo de dibujo o croquis. Su mentalidad les impedía prestar atención a estas ruinas del pasado. Los curas se limitaban a levantar actas de bautismo y otros escritos inherentes siempre a la religión. Los escribanos por su parte levantaban acta o tomaban nota de asuntos mas “útiles”, (compra-venta de fincas por ejemplo).

          Sabemos eso si que ya en siglo XVIII (quizá mucho antes)los vecinos eran conscientes de que aquellas cuevas del monte no eran naturales y por ello llamaban al paraje de La Encinal “Peñafurada” (peña agujereada). No creo sin embargo que se atreviesen a visitar en profundidad las cuevas, (no había linternas por ejemplo además de otras consideraciones) y quizá lo único que pensaban era que se trataba de obra de los antiguos (moros seguramente) y también soñaban con algún tesoro escondido en ellas pero nada mas. En el año 1752 declararon que en el pueblo no había mina alguna refiriéndose sin duda a que era una mina abandonada.

Interior del yacimiento aurífero
              Por otra parte Castropodame siempre estuvo un tanto alejado de las rutas principales de tránsito (camino que pasa por Foncebadón, El Acebo y Molinaseca al Sur y Camino Real que pasaba por Congosto y Cobrana, al Norte) y por ello los viajeros que si podrían haber fijado su atención en ellas las dejaron un tanto de lado. Precisamente ahora estoy intentando averiguar si por casualidad eruditos como el Ingeniero Carlos Lemaur (años 60 del siglo XVIII) o Eugenio Larruga (años finales del siglo XVIII), que debieron pasar cerca de Castropodame e incluso por las propias minas (C.Lemaur), dejaron algún documento relativo a las mismas. Hasta ahora nada he hallado. En los informes que otros técnicos de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX ( Datoli y Munárriz), realizaron sobre la mineralogía de la zona, para nada se cita expresamente al menos a Castropodame. Tampoco los corregidores de Ponferrada que en mas de una ocasión estuvieron en el pueblo dejaron opinión escrita alguna conocida al respecto. Así hubo que esperar a las primeras décadas del siglo XIX para ver la primera ( y muy escueta) nota escrita sobre esta mina, debida a Sebastián Miñano (año 1829). En los años 40 del siglo XIX, Pascual Madoz si las cita pero también de un modo muy escueto y aludiendo a los “muchos  capitales”, necesarios para ponerlas de nuevo en producción.


EL DESCUBRIMIENTO

          A lo largo del siglo XIX, si van apareciendo referencias varias a las mismas, pero avivadas por intereses económicos en general,que no se circunscribieron sólo a Castropodame. Este interés por su rentabilidad económica perduró hasta el siglo XX (me parece) y de hecho aun recuerdo muy bien cuando el Sr. Florencio Frey me habló de que trabajó en ellas. Por lo que el me contó y por otros datos que conozco pienso que debieron ser en buena medida personas y empresas extranjeras las que fijaron su vista en estas minas. Los nombres con las que al parecer se conocían en los documentos administrativos (Mina “La Africana”, Mina “California” y quizá también “Nueva California”); son
elocuentes.

         Mi amigo y gran investigador de la minería romana de la Antigüedad, el ingeniero Roberto Matías Rodriguez, creo que tiene interesantes datos al respecto, correspondientes a esta época (siglos XIX y principios del XX).

Mina del Moro y citada erróneamente cueva del moro.
           Aunque el interés económico era entonces el prioritario también empiezan a ser valoradas por su interés histórico. Ricardo Becerro Bengoa en un libro publicado en 1883, las cita expresamente y señala además que un cura de Ponferrada halló en Castropodame (sin precisar mas) un ara romana con su inscripción. Recientemente también he realizado indagaciones sobre esta importante pieza, pero me llevé al final una pequeña decepción: al parecer y pese a lo que escribió el R. Becerro Bengoa; el ara en cuestión no se halló en Castropodame, si no en Ponferrada, así pues hay aquí una duda que despejar. Otro personaje importante del siglo XIX,que habló de estas minas de oro fue el Ingeniero Jefe del Distrito de Minas de León, Jose Mª. Soler (año 1883); que incluso llevó a Madrid a una Exposición Nacional de Minería celebrada por aquellas fechas una muestra de “tierras auríferas”, precedente de la mina llamada California de Castropodame.

          Ya en el siglo XX el conocido militar y erudito berciano Severo Gómez Nuñez,llegó a hablar de ellas en una conferencia pronunciada en Madrid en el año 1931 y facilitó además algunos datos sobre el pasado romano de Castropodame, como el hallazgo ( en La Magdalena), de una moneda romana de la época de Tiberio (siglo I), que según contó fue hallada por Faustino Cepedano el maestro de niños de Castropodame. Me parece que una búsqueda detallada puede servir para engrosar mucho mas la lista de personajes (siempre ajenos a Castropodame); que durante los siglos XIX y primera mitad del XX, se ocuparon de estas minas bien en su vertiente económica o bien por su importancia histórica.

          En la segunda mitad del siglo XX aparece la figura destacadísima del francés Claude Domergue;que investigó a fondo la minería romana de León, como legado histórico y cultural. Me comentaron en Madrid (cuando hablé del asunto en el Instituto Geológico y Minero en una pequeña conferencia en el año 2.013); que este investigador era una figura de primera línea. Yo en consecuencia he rastreado sus escritos (que creo haber visto ya hace unos 35 años cuando era estudiante en Madrid); pero he comprobado que de estas minas apenas habla nada. Las sitúa en unos mapas y poco mas. No se si habrá alguna publicación de este autor que las analice con mas amplitud. Cuando este investigador andaba por El Bierzo estudiando sus minas de oro; (años 60 del pasado siglo XX) yo acababa de dejar la escuela de Castropodame, para ir a estudiar fuera de Castropodame. En la citada escuela lo único que recuerdo respecto a estas minas y de modo muy vago es haber oído que eran romanas y nada mas;todo ello pese a que íbamos de excursión (eso si lo recuerdo bien) a Los Cousos, donde se ubica uno de los embalses de la explotación.
En 1978 Antonio Díaz Carro en su libro sobre la Historia de Bembibre, las cita de modo muy somero para decir entre otros escasos detalles mas que a él no le constaba que hubiesen sido estudiadas. Justamente por estas fechas (aún conservo los apuntes de entonces); yo empezaba a entrar de lleno en el estudio de la historia de nuestro pueblo en general y de estas viejas minas en particular. En febrero del año 1988 se publicó en la revista del Instituto de Estudios Bercianos, un artículo mío relativamente extenso sobre estas explotaciones auríferas romanas. Hasta donde yo se es el primer artículo que en toda la historia se publicó dedicado por completo a las mismas y con una cierta extensión.

CONOCIMIENTO ACTUAL

          Cuando en los años 80 del pasado siglo yo empecé a estudiar estas minas, las consideraba como una especie de Médulas. En realidad la apariencia de las mismas en una primera impresión eso es lo que parecen. De hecho analizando los escritos del prestigioso investigador francés C.Domerge, (al menos los que yo conozco) se las considera simplemente como una explotación del tipo dominado “arrugia”. Es verdad que la presencia de las cuevas en esa roca tan firme me hizo pensar que en el caso de Castropodame, el método de explotación no debió estar basado únicamente o esencialmente en el empleo de energía hidráulica y que no quizá no debían ser consideradas solamente como una mina a cielo abierto, pero,......

          Pronto empecé a darme cuenta de la existencia de esas curiosa piedras con “hoyos” poco profundos. Creo que la primera vez que vi una fue en Llamillas en el transcurso de una “hacendera” con mas vecinos del pueblo. Incluso creo recordar que estaba junto a mi el Sr. Pepe (el marido de la Sra. Adonina) y que me dijo que aquella piedra debió haber sido el “quicio” de una puerta, porque la piedra misma así lo declaraba. No me convenció mucho tal idea y en una ocasión en que vino al pueblo (a petición mía) un profesor de la Universidad de León (Jose Luis Avello), le mostré algunos ejemplares. A raíz de aquella visita seguí durante un tiempo en contacto con tal profesor y así supe que incluso en la citada Universidad circulaban unas hipótesis muy dispares sobre lo que eran esas piedras halladas en Llamillas.

          Hace muy pocas semanas, de nuevo y tras muchos años he vuelto a entablar contacto con tal profesor y me comentó que en efecto por aquellas fechas circulaban hipótesis inverosímiles y que recordaba perfectamente su visita a Castropodame. Ahora tras años de estudio y tras conocer los trabajos de otros investigadores (Roberto Matías Rodríguez entre otros), ya está bien claro que son esas piedras:morteros utilizados para machacar cuarzo aurífero. Como es bien sabido se hallan también fuera de Llamillas,en el propio casco urbano por ejemplo y deben haber estado durante 2.000
años “rodando” de pared en pared sin que nadie supiese su significado. El tema es que son una pieza clave y muy importante para conocer el origen de Castropodame. La correcta interpretación de estos morteros (estoy ya casi terminando un estudio sobre algunos aspectos muy concretos de los mismos), junto a otros muchísimos datos sirven para conocer mucho mejor esta mina de oro.

Este conocimiento se apoya en tres pilares esenciales:

A) Lo observado en la propia explotación y su entorno.

B) Los abundantes datos sobre otras minas similares repartidas por todo el NO de la Península Ibérica.

C) Los escritos que se han conservado de la época romana.

          Sobre este ultimo punto debo señalar que las dos fuentes mas importantes proceden de los textos de Diodoro Sículo (siglo I A.C.) y Plinio El Viejo (siglo I D.C.); pero que se refieren a la minería romana del oro en general y no expecíficamente a estas minas de Castropodame. ¡¡Ojo al dato¡¡. Ambos nos han legado escritos describiendo trabajos mineros que sin ninguna duda coinciden con lo que ocurrió en nuestro pueblo; pero cuidado hay otros detalles que no son aplicables necesariamente a Castropodame. Diodoro Sículo en concreto (se refiere a minas ubicadas en Egipto y otras zonas alejadas de Hispania), describe unas condiciones de trabajo espantosas (“apocalípticas” dice con toda justicia el ingeniero Roberto Matías Rodríguez). Se relata como los prisioneros de guerra o los condenados (hombres y mujeres), trabajaban en medio de unas condiciones tan penosas que hoy nos parecerían injustas incluso para los animales. Tan duras eran las condiciones de trabajo que el propio D. Sículo dice que para quienes les tocaba padecerlas era mejor la muerte que vivir en tan penosa situación. No obstante no hay razón alguna para suponer que en Castropodame también ocurriese algo similar. En todo caso lo que si parece lógico suponer es que dado el valor del oro hubiese junto a las minas algún tipo de fuerza militar. ¿Donde tendrían su cuartel?.

         En todo caso vamos a ir al grano y exponer lo que hoy sabemos del proceso de laboreo y puestos en esta tesitura hay que señalar que en Castropodame se utilizaron dos métodos de explotación diferentes que describo a continuación. No obstante esto será en un próximo capítulo.
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6 de enero de 2015
Rogelio Meléndez Tercero, geólogo, investigador científico y miembro del grupo de investigación permanente INGEMI (Investigación Geológica y Minera)


         Así son las cosas y así se las hemos contado.




      




    


miércoles, 7 de enero de 2015

EN BUSCA DEL NEGRO ENCAPUCHADO "CAPPED QUARTZ"


       Como siempre y muy acertádamente, Juan dará buena cuenta de las características, peculiaridades y todos los datos técnicos de esta hermosa cristalización de cuarzo, así como una completa selección de imágenes espectaculares, pero yo quiero agregar algo más de este precioso pueblo; San Pedro Castañero.

         Su ubicación en la falda del monte denominado el Redondal en una extensa meseta, le confiere como un lugar idóneo para la agricultura y sobre todo para honrar a la denominaciòn de su nombre "castañero", en efecto en sus buenos tiempos estaba poblado de este frondoso y longevo árbol que constituía una fuente de ingresos extras para sus gentes y alimentos para ellos y sus ganados, hoy en día han sido diezmados por los fuegos, la falta de mantenimiento y la penosa enfermedad del chancro.
El icono de sus orígenes

             Su toponimía y orígen histórico se cree que procede de un Monasterio de San Pedro y San Pablo, ubicado en el terreno llamado El Tirano, la primera referencia escrita de este paraje data del año 960, el nombre empleado eran de Pedro Diácono y Teodomundo, que serían sus primeros fundadores y por tanto sus primeros habitantes. Tiene una preciosa y coqueta ermita del Santo Cristo de Cubillo a la entrada del pueblo y la iglesia principal de San Pedro Advíncula.
Ermita de Santo Cristo de Cubillo, en invierno.

        Aquellos que hayan visitado este bonito pueblo, les habrá sorprendido gratamente sus características casas en su mayoría de adobes, madera, pizarra, piedra y con unos extensos corredores de madera, sencillos pero elegantes, se han restaurado muchas de sus casas, la mayoría siguiendo estas construcciones típicas, las casas del pueblo se edificaron prácticamente pegadas a la calle principal que discurre por el mismo.

Típica casa, con el campanario de la iglesia de fondo.
           Como hecho acontecido y de gran repercusión en la historia, sacado de un documento antiguo de la junta vecinal, se relata como se produjo en 1809 la invasión de este pueblo por las tropas francesas que después de matar a muchos de sus moradores, saqueo de todos sus enseres y víveres, lo destruyeron e incendiaron. Para conmemorar estos hechos se ha recreado en algunas ocasiones con gran fidelidad esta batalla, siendo testigos sus calles, habitantes y visitantes.

Recreación de la invasión de los "gabachos"
           En el centro de esta población y para que sirva de recuerdo y homenaje a los castaños y sus "apañadores" en un curso de talla de madera organizado por la Junta Vecinal y dirigido por Víctor "Rixo" un artista de renombre en el Bierzo y en un castaño seco de unas 8 toneladas de peso, quedó plasmado para las generaciones venideras esta penosa y tradicional tarea.

Talla en castaño y algunos participantes del curso.
           Han sido muchas las ocasiones en las que he visitado este lugar (animo a las que puedan leer esta entrada de nuestro blog) siempre han sido muy gratificantes y reconfortantes; y como no sus famosos "cuarzos negros encapuchados"

           Como siempre en buena compañía y armonía.

         
        
         Cuarzo encapuchado, cuarzo cápsulado o Capped Quartz así se define esta peculiaridad en algunos cristales de cuarzo.

            Según se cita esta característica se produce por la presencia de películas finas de arcillas en el desarrollo o crecimiento del cristal., durante este proceso de crecimiento, la película se deposita en el cristal inicial dejando un primer cristal perfectamente formado, posteriormente desaparece la película de arcilla iniciándose y formándose un segundo cristal superpuesto.

Agregados de cuarzo ahumado encapuchado o cápsulado, San Pedro Castañero, Castropodame (León).

          El indicio más peculiar que hemos localizado es el que se sitúa en la localidad de San Pedro Castañero perteneciente al Ayuntamiento de Castropodame y si me permiten decirlo, mi pueblo pues son 35 años los que unen a este bello pueblo y a sus buenas gentes.

          Son muchas las peculiaridades que tienen estos cuarzos y permítanme que los cite como encapuchados, además podemos citar como de tamaño que van desde los 3cm a 4cm  hasta los 15cm de prisma siendo excepcionalmente estos de un color ahumado intenso con patinas de óxidos e hidróxidos de hierro, también los hay bicolores marrón, blanco y  jaspeados muy estéticos.

Las dos formas cristalinas separadas, San Pedro Castañero, Castropodame (León).

        Son varias las historias las que me llegan a través de los años sobre cristales bellísimos ahumados que fueron recogidos y llevados a talleres de tallado por su calidad cristalográfica, esta información me fue dada de varias personas que viven en el pueblo, una de ellas fallecida ya.

         También se habla de que uno de los pastores conocía un lugar en forma de cueva y que le servía de refugio durante tormentas ocasionales, cita que en su interior atesoraba grandes puntas de este bello mineral.

          Enlazo estos datos con otros muy cercanos de la localidad de Albares de la Ribera municipio cercano donde nos cuentan de un lugar en lo alto de un monte, donde los niños que acompañaban al pastor de la zona jugaban a espadachines con cuarzos de enorme tamaño encontrados en la zona (zona que esta siendo estudiada e investigada) la cual está invadida por vegetación resultando muy complicada la búsqueda de la zona descrita.

Cuarzo ahumado, "Capped  Quartz", San Pedro Castañero, Castropodame (León)

          Estas dos imágenes nos muestran las peculiaridades que nos ofrece esta variedad cristalográfica de cuarzo ahumado de la localidad de San Pedro Castañero, la imagen de arriba vemos dos cristales de crecimiento paralelo perfectamente desarrollados, la imagen de abajo corresponde a la parte que corresponde a lo que determinamos como cápsula y que es la que se separa del cristal inicial debido a la capa o película de impurezas que se forman en el desarrollo del cristal.

Cristal con forma de capuchón de cuarzo, separado de su cristal primario.

          Pero la información más verídica y de la cual hemos sacado frutos fué la que me dió un familiar, el cual me contó en su día que en una zona del monte se encuentra un filón en el cual abundan unos cuarzos negros de gran tamaño.

          La foto de abajo nos muestra con claridad el espacio entre un cristal y otro, además vemos ese espacio entre uno y otro recubierto de impurezas que bien pudieran ser óxidos de hierro arcillas  o similares.

Corte trasnversal de un cristal de  cuarzo encapuchado

           La zona de monte referida es la que corresponde a las roderas (caminos carretales utilizados para salvar la pendiente del monte y que antes les servía a los campesinos para llevar los carros tirados por vacas o bueyes y cargarlos de ramas de rebollas (gamallos) que eran utilizados en el invierno para darles de comer a las ovejas y cabras. 

          Una de estas roderas  ya cortaba uno de estos filones  el cual ha dado grandes piezas de cuarzo ahumado de gran belleza, algunos expuestos en la sala "Plinii Secundi" del Museo Alto Bierzo de la localidad de Bembibre.

         Si además estas muestras minerales tienen la característica que en el inicio de este reportaje citamos como cuarzo cápsulado o "Capped Quartz" da más valor al mineral y a su indicio mineral que debería de ser resaltado por la calidad de las muestras y sus características cristalográficas.
 

Cuarzo ahumado jaspeado, 6cm x 4cm, San Pedro Castañero, Castropodame (León),  precioso
         Entre las muestras recogidas se han recuperado otras muestras con una cromática muy peculiar y estética como vemos en la imagen de arriba, estas muestras nos dejan ver variedad de colores que van desde el blanco pasando por cremas y grises a casi negros mezclados de forma aleatoria que le dan unas características nunca vistas en la comarca del Bierzo por ello podemos decir que son únicos como indicio mineral. El tamaño es también algo a resaltar, aunque muchas de las piezas están fraccionadas se intuye en las mismas que debieron de ser de tamaño considerable llegándose a encontrar prismas parciales de mas de 12cm.

       Así son las cosas y así se las hemos contado.