martes, 19 de febrero de 2019

RODANILLO, BEMBIBRE, LEÓN, REFERENCIA PALEOBOTÁNICA Y PALEONTOLÓGICA EN EL BIERZO


Fragmentos de nódulos

      Después del éxito de la exposición "TESOROS DE LA GEODIVERSIDAD EN NUESTRO ENTORNO" que se presentó en el mes de agosto y en la cual se expusieron las últimas piezas fósiles investigadas de la localidad de Rodanillo y otras cercanas, es de rigor realizar este pequeño reportaje para mostrar de una manera más amplia el valor de estas muestras fósiles y lo que significa para el patrimonio paleontológico de nuestra comarca.

Pozo de agua realizado para la captación de agua para el pueblo de Rodanillo
      En los lodos y restos de materiales extraídos que se formaron al realizar este pozo encontramos restos de sulfuros (pirita) en las posibles lutitas y materiales  del carbónifero, en ellas detectamos una formación de pirita que creemos que es una semilla permineralizada (posible hexagonocarpus o trigonocarpus) en ella se pueden ver marcas muy definidas de las características morfológicas de estas semillas del carbonífero.


Semilla, Mina La Sierra, Losada, Bembibre, León
Semilla encontrada 














 
   



       
          Las imágenes que mostramos corroboran lo citado anteriormente, la semilla de la derecha fue recogida  en la mina La Sierra, a apenas 1km del pozo perforado donde hemos recogido esta maravilla de semilla permineralizada la cual ha sufrido una sustitución total por sulfuro (pirita), recogidos datos creemos que la zona de la perforación que superficialmente afloran pizarras del silúrico puede estar montando materiales del carbonífero ya que estamos en la zona de transición carbonífero/silúrico

Nódulos in situ, distintos tamaños, algunos muy alterados

       Estos nódulos son de sílice (formados a partir de arenas- areniscas o de lutitas. Podrían contener algunos minerales como carbonatos ( no se han detectado) o fosfatos (habría que hacer estudios químico más rigurosos).

       Este tipo de nódulos es frecuente en lutitas y pizarras del Silúrico con graptolites, especialmente en  el Telychiense y el Prídoli (es decir, en el Silúrico superior), Han sido citados en varias localidades de la Cordillera Ibérica y NW Iberia.

       En la Cordillera Ibérica, donde más se conocen, corresponden a la Formación Bádenas. 
Fuente: Esperanza Fernández Martínez, Doctora en Geología, Profesora Titular del área de Paleontología de la Universidad de León, grupo de investigación Q-GEO por el análisis de muestras encontradas. y a D. Rogelio Melendez Tercero, Geólogo, topógrafo e investigador científico por los datos facilitados.


Sulfuros en el núcleo de este nódulo (pirita)

    Las mineralizaciones internas se pueden encontrar de forma masiva o con formaciones de hábitos cristalinos correspondientes al mineral cristalizado, algunos encontrados muy estéticos donde se observan los prismas del cuarzo cristalizado y los cubos de pirita.

   En el caso de los nódulos a los que hacemos referencias en este artículo se tratan de nódulos silíceos, se han formado por diagenesis temprana (alteración física, química y biológica de los sedimentos que se concentran en rocas) del sedimento original, por lo que este preserva algunas estructuras sedimentarias como laminaciones y flute cast (surcos discontinuos y alargados en dirección de la paleocorriente). Estas marcas suelen preservarse en el limite de dos estratos diferentes. La imagen de abajo es una muestra de lo citado anteriormente.

Flute cast, marcas de irregularidades en el sedimento producidas por pequeñas paleocorrientes.

      Nódulo completo con forma esférica con varios  fragmentos de orthoceras en nódulo silíceo.



   El origen de la compactación local temprana de estos nódulos puede estar en la presencia de bacterias que colonizan el metano emitido por los limos próximos.
   La aparición de fósiles en estos nódulos es muy frecuente, moldes externos e internos están vinculados a estas formaciones geológicas.

    Una de las dificultades con las que nos encontramos en la identificación de estos restos fósiles es que aunque tienen una buena preservación, la ausencia de detalles en los septos, sifúnculo, ornamentación, etc impide identificación a niveles genéricos  e incluso supragénicos.


        En la imagen de abajo se pueden ver las costillas de estos restos fósiles, no quedan bien definidas si pertenecen a la valva braquial o a la pendular
Bivalvos o braquiopodos?

        Para personas que no tengan conocimientos sobre paleontología es muy común confundir lo que es un braquiopodo con un bivalvo, vamos a citar tres diferencias notables:

       Los braquiópodos poseen una simetría bilateral al contrario que los bivalvos, también asimetría en el plano de la comisura, lo contrario que los bivalvos que si son simétricos y también las costillas están mucho mas marcadas en los braquiópodos
Braquiópodo?, Rodanillo, Bembibre (León).

Molde interno Bivalvo, 4mm, Rodanillo, Bembibre, León




     Molde interno de bivalvo muy alterado que dificulta su identificación al carecer de ornamentación definida ni marcas de fosetas o dientes.



Especie de conglomerado, goethita y limonita 

Goethita irisada, en el bloque citado anteriormente

     Nuevas investigaciones y recuperaciones  nos han dejado muestras de mejor conservación como la expuesta en la imagen de abajo (fragmento de fragmocono) donde se observan  las marcas diferenciadas de los septos,


Magnífica muestra de orthocera, Losada, Bembibre, León.






    El tamaño de este fragmento de fragmocono con un diámetro de casi 8 cm nos puede dar una pista del tamaño de estos depredadores cefalópodos extintos de hace 400 M.a  de antigüedad












     Se puede observar con nitidez la permineralización o sustitución total por sílice (cuarzo) sufrida por el orthocerátido en el proceso de fosilización del mismo.

Orthoceras
Molde y contramolde de orthocera
    Orthoceras era un antiguo molusco cefalópodo que vivió desde el Ordovícico hasta el Triásico hace más de 400 millones de años. El nombre significa cuerno recto, refiriéndose a la característica concha larga, recta y cónica.

    Pertenece al grupo taxonómico de los nautiloideos, vivían en los fondos marinos (vida nectónica) aunque tenían 10 tentáculos que les permitían nadar. El caparazón preservado es todo lo que queda de este antepasado de nuestro calamar moderno. Eran organismos  solitarios

    El cuerpo blando vivía en el último segmento abierto en el extremo grande de la concha cónica. A medida que el cuerpo crecía  y el segmento donde residía se hacía demasiado pequeño, una pared divisoria, llamada septa, crecía para separar la antigua "cámara de origen" de la nueva.


Orthocera, partes de septos  del fragmocono citada como protoconcha

      El sifúnculo es un tubo que recorre toda la longitud del caparazón, a través de cada una de las cámaras. Este tubo tiene dos funciones. Una vez lleno de agua, el nautiloide podría expulsar el agua, impulsándose hacia atrás con una especie de propulsión a chorro por el hipónoma, especie de tubo que se encuentra en la parte de la cabeza y que servía de escape del agua. Al liberar el agua y dejar espacio de aire, el tubo podría servir como un dispositivo de flotabilidad que permite al animal subir y bajar a diferentes profundidades.
 
    Los tamaños de estos moluscos variaban desde los pocos centímetros hasta varios metros, la medida media rondaba los 15cm. Todos los parientes vivos de estos nautiloides, calamares, pulpos, sepias y nautilus son depredadores, y podemos suponer que las  orthoceras también fueron  cazadores de los mares del Paleozoico.








    Parte del fragmocono de orthocera, se pueden observar las lineas de los septos o tabiques que formaban las cámaras y partes duras de la orthocera, su exoesqueleto era carbonatado (aragonito y calcita), los septos iban desarrollando se según crecía el cefalópodo, este habitaba en el último.







 Las dos imágenes que siguen corresponden a un fragmento dentro del nódulo de fragmocono, molde externo e interno, la segunda imagen esta realizada a través del trinocular y con potente aumento, en la misma se aprecia características de la ornamentación.

Sección de ornamentación de fragmocono de orthocera.









  Restos del fragmocono, parte externa (molde), lo que se aprecia a través del microscopio es la ornamentación del mismo.

Molde interno en nódulo lutítico de parte de fragmocono de orthocera

    En la imagen de bajo también quedan reflejadas las marcas de los septos  de esta parte de  orthocera.
Molde y contramolde de orthocera

      La consolidación de estos restos fósiles en materiales silíceos (cuarzo) ayudan a su conservación muy difícil poder encontrar un ejemplar completo aunque como lo refleja esta imagen de abajo casi esta conseguido.

Moldes internos y externos de orthocera, Rodanillo, Bembibre (León)

       En la imagen de abajo se han conservado partes de  moldes internos (cámaras) de fragmocono de orthocera, las complicaciones de poder obtener un exoesqueleto completo son grandes y hasta la fecha solo hemos podido obtener secciones aisladas de protoconchas y septos.

Cuerpo de orthocera casi completo

      Posibles marcas de paleocorrientes, en una de las zonas visitadas abundan estas marcas, algunas de ellas muy diferenciadas y que tendremos que seguir investigando, en este nivel   no existen apenas nódulos, los que hemos divisado tienen una configuración alargada y estrechos, incluso aplanados.
Estamos seguros que esto tiene una explicación científica y que nos pondremos a ello.

Rizaduras de corriente

      Debemos de agradecer la colaboración de Esperanza Fernández Martínez, Doctora en Geología, Profesora Titular del área de Paleontología de la Universidad de León, grupo de investigación Q-GEO por el análisis de muestras encontradas. y a D. Rogelio Melendez Tercero, Geólogo, topógrafo e investigador científico por los datos facilitados.


Así son las cosas y así se las hemos contado.


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