1.-
INTRODUCCION
El presente apunte es una nota simple
para documentar la existencia de una litología un tanto curiosa en los molinos
de fricción utilizados en las minas de oro romanas de Castropodame. Aunque en
principio pensé en redactarlo, sólo para conservar en mi amplio volumen de notas
sobre la Historia de Castropodame; luego consideré oportuno publicarlo a través
de la Asociación Mineralógica “Aragonito Azul”, dada la importancia que esta
asociación tiene en el estudio de la geología y minería del Bierzo y su
entorno.
Hace ya muchos quizá, en los años 80 del siglo pasado anoté en mis apuntes de entonces (manuscritos) que las piedras que yo entonces denominaba de tipo A y B también ya llamadas entonces “piedras de molino” eran generalmente de granito y excepcionalmente de arenisca compacta. Asimismo anoté que era un tipo de arenisca no localizado en Castropodame. Entonces las había hallado en el paraje de Llamillas.
En cuanto al detalle de que
excepcionalmente hubiese molinos de fricción ( no obviamente morteros de
impacto o de machaqueo) de arenisca no le presté mucha atención nunca,…hasta
que bastantes años después y según mis recuerdos, Roberto Matías Rodríguez el
conocido investigador de la minería romana aurífera me preguntó por esta
cuestión, e incluso me comentó que quizá era un tipo de arenisca del Pérmico.
Yo la verdad es que no se que opinar al respecto. Recuerdo eso si haber visto
en el borde de la carretera de Bembibre a Noceda algunos niveles de micro
pudingas de aspecto blanquecino que en una primera impresión se asemejan a la
litología de esos ejemplares de molinos. Pero claro estos niveles de micro
pudingas serían de edad Estefaniense y
no del Pérmico. Por otra parte es posible que en el Terciario exista algún
nivel de pudingas que sirviesen como cantera para estos molinos. De hecho en la
iglesia de Bembibre, ubicada en la plaza del Ayuntamiento, aparecen bloques de
cantería que son pudingas.
Así las cosas, el 14 de agosto de 2020 y
en una visita rutinaria al entorno de las explotaciones auríferas de
Castropodame, descubrí en un camino un ejemplar de molino de fricción que en
una primera impresión catalogué como de arenisca. No está completo (es lo más
normal); pero en cualquier caso (media “rueda”) es un ejemplar interesante. Se
halla al Sur del paraje de La Encinal.
El ejemplar se hallaba en un camino poco
transitado y con fuerte pendiente, por lo que resulta evidente, que la erosión natural acabará poniéndolo totalmente
al descubierto y a merced de cualquiera que reparase en su presencia, máxime
ahora que ya empiezan a ser conocidos por muchas personas. Por ello tras
documentarlo lo llevé a la Casa de Pueblo de Castropodame y se dio cuenta a las
autoridades locales para que los custodien. No obstante antes se hizo una
análisis del mismo para que quede documentado. Las coordenadas de su posición
(obtenidas con un teléfono móvil y la aplicación “Solar Info”) son 42,567453º N y -6,47289º O.
Contrastando estos datos con los
del SIGPAC son aceptables sólo a efectos de indicar la zona, no en modo alguno
el punto exacto. Según el SIGPAC este ejemplar estaría fuera del camino, pero
ahora no es momento de entrar a evaluar la exactitud de los diferentes modos de
hallar las coordenadas ni tampoco analizar las confusiones debidas a diferentes
tipos de coordenadas.
2.-CARACTERISTICAS
El color blanquecino lo hace parecer visto a cierta distancia un molino de granito, pues su forma y tamaño es similar a estos. Sin embargo, cuando se observa de cerca resulta evidente que no es granito, si no arenisca y tan gruesa que realmente es ya una pudinga. Los cantos que se encuentran en el mismo son claramente superiores a los 2 milímetros, luego está claro que es una pudinga. Se describe a continuación.
Es una pudinga con matriz arenosa y en la que los cantos englobados en la misma son de cuarzo de diversas tonalidades más o menso claras. Rosadas amarillentas y blanquecinas. Contiene también algún fragmento aislado de color azul muy oscuro, que sin embargo no parece pizarra. Los cantos están redondeados pero el grado de redondez no es muy acusado y las formas de estos son irregulares. En base a lo que yo conozco no me atrevo a indicar el lugar donde pudo hallarse la cantera; pero es posible que incluso en algún tipo de terreno del entorno de Castropodame y del Terciario (sin precisar nada mas.)
Es curioso observar, que mientras que
los ejemplares de granito (ver fig.5), muestran casi siempre una cara muy
pulida (con signos evidentes de fricción); en este ejemplar esto no es así. Da
la sensación de que se utilizó muy poco tiempo como piedra de moler el cuarzo
aurífero.
Fig.-5. Ejemplar de granito, muestra una cara muy pulida y con estrías que no obstante están enmascaradas por manchas o líquenes quizá.
3.-INTERPRETACION
El hecho de que sean estos ejemplares
mucho menos abundantes que los de granito, ya es un indicio de que por algún
motivo los romanos prefería utilizar el granito en vez de este tipo de
litologías. La muestra objeto de este análisis y como se ha indicado apenas
muestra huellas de fricción muy al contrario que las de granito. Yo sugiero que
ello es debido a que el granito soporta sin romperse la fricción mucho mejor
que la pudinga. No obstante no es este el único ejemplar hallado y por ello hay
que tomar con cautela esta idea.
El aspecto de ambos tipos de roca (granito y pudinga) a primera vista es bastante parecido y es posible incluso, que de las canteras fuese mas fácil extraer piedras de pudingas que de granito; pero las pudingas deben romperse con más facilidad o ser menos aptas quizá por algún otro motivo para la molienda del cuarzo aurífero, quizá por los cantos más o menos redondeados que contienen. Así pues la práctica pronto aconsejaría dejar de utilizarlos y decantarse por el empleo de los de granito. Por ello estos son mucho más abundantes.
Fig.-8.
El ejemplar de pudinga colocado en la “exposición” de la Casa del Pueblo de Castropodame
y rodeado de otros ejemplares de granito. El de pudinga está justo en el centro
de la imagen.
4.-MAS
DETALLES. DATOS AÑADIDOS
Pocos días después de este “descubrimiento“ mío, Francisco Arias Ferrero (gran conocedor de estas minas de Castropodame); me informó del hallazgo (asimismo en el entorno del paraje de La Encinal), de otro fragmento de un molino de fricción que es asimismo de arenisca o más bien de pudinga. Lógicamente y como en el caso anterior se procedió a recogerlo y llevarlo a la casa del Pueblo de Castropodame.
En este caso si parece haber sido utilizado durante un tiempo prolongado, pues la superficie de fricción está mucho más desarrollada que en el caso anterior. No obstante lo que si parece fuera de toda duda, es que los molinos de fricción que preferentemente se utilizaron fueron los de granito.
Fig.-11. El ejemplar de pudinga
hallado por F. Arias Ferrero. Cara sin pulir..
5.-EL CONTEXTO
El hallazgo de estos ejemplares (molinos
de fricción), se enmarca dentro de un contexto más amplio: el de las minas
romanas de oro de Castropodame.
Hay que señalar que cuando hace unos 40
años yo empecé a estudiar con cierto detalle estas minas; las consideré
básicamente una réplica o más bien una explotación en miniatura de Las Médulas.
Sin embargo ya en aquella época había indicios suficientes para sospechar (así
lo hice constar yo en 1988), que en
Castropodame hubo algo más que una copia de lo realizado en Las Médulas.
Hoy día está fuera de toda duda que la
explotación se centró no sólo en digamos tierras sueltas (yacimientos
secundarios) si no también y sobre todo en diques de cuarzo, que son los que
tiene mayor contenido en oro. Las labores de extracción del oro que está en
finísimas partículas ( difíciles de ver a simple vista) en el cuarzo
requería entre otros procesos , dos que están muy bien reflejados en los
restos arqueológicos. Por un lado el machaqueo del cuarzo aurífero que dio
lugar a la aparición de más de un centenar de morteros que se localizan en el
entorno de la explotación, ( La Encinal, Llamillas, Villar ) y también en el
lugar donde se asienta el actual núcleo urbanizado. En el momento de redactarse
estas líneas el número de ejemplares hallado en el casco urbano supera los 60 y
en el entorno de la explotación los 50. Hay que puntualizar que el extremo SO
del núcleo urbano actual está a escasos
100 metros de una de las zonas de evacuación de los estériles (paraje de
Nogaleas).
Por otra parte el producto resultante
del machaqueo del cuarzo aurífero, requería un posterior tratamiento que era la
molienda o trituración para reducirlo a una especie de “harina” de la que
incluso habla Plinio el Viejo (PLIN.Nat.33.66-78) . Roberto Matías
Rodríguez y Maurilio Pérez González publicaron en 2008 ( Cuadernos de
Filología Clásica. Estudios Latinos); publicaron en 2008 una traducción de
los textos latinos que es la que yo
conozco. La molienda se hacía obviamente con “piedras de molino” que son
,insisto, en general de granito y excepcional mente de arenisco o pudinga.
Desde hace muchos años he intentado llevar
un rudimentario registro de los hallazgos de estos ejemplares, indicando lugar
y fecha de aparición. No obstante un recuento detallado es imposible
Los morteros ( que hace unos 30 años ni siquiera en algunos centros de investigación y enseñanza de primer nivel se conocían), tienen unas características que los hacen inconfundibles. Hay publicaciones al respecto. Son rocas de un tamaño aproximado de un balón de fútbol , cuarcitas en general y que muestran uno o varios ”hoyos” con una características tales que resulta evidente que se hizo a base de machacar “algo “en las mismas. He aquí una imagen de dos de los últimos localizados, precisamente en el entorno de La Encinal gracias a la labor de F. Arias Ferrero.
Junto a estos morteros (de impacto) se
hallan las otras curiosas muestras rocosas citadas que presentan el típico
aspecto de “piedras de molino”. Su diámetro
es de unos 50 cm. y su espesor en general menor de 20 cm. También están
perfectamente documentas y son en general de granito, pero hay asimismo algunos
ejemplares que son de pudinga o micro pudinga quizá.
Lógicamente estas piedras de granito aparecen de modo abundantísimo también en las casas de Castropodame . En realidad hay más fragmentos de estas piedras de granito que de los morteros. La explicación parece sencilla. Al romper esas “piedra de molino” se obtenían multitud de fragmentos todos aptos para la construcción. Con los morteros el asunto es diferente. Son difíciles de romper en fragmentos aptos para la cantería y por ello cuando se colocaban en las construcciones en general se colocaba la pieza entera.
Aunque desde hace muchos años me di
cuenta de la presencia de estas rocas graníticas (en general como hemos visto),
no les presté tanta atención como como a los morteros de impacto o machaqueo.
No obstante y al igual que con los morteros de
machaqueo si he recopilado diversos datos ( fotografías sobre todo).
Parece muy razonable suponer que el
actual núcleo habitado de Castropodame fue en sus orígenes un taller o un
conjunto de talleres donde se procedía al laboreo del cuarzo aurífero. Por ello
aparecen aún 20 siglos después tantos ejemplares de morteros y molinos en las paredes
de sus casas y huertos. Otro asunto que cabría considerar ( pero ahora no
toca); es si en época romana hubo más asentamientos, lo que parece bien claro
que así fue, pero como digo este es otro tema.
Por lo que respecta al origen de las rocas que servían para fabricar los molinos de fricción de granito; parece bien claro que hay que situarlo en el Monte Arenas. Francisco Arias Ferrero tiene ya prácticamente localizado el lugar donde se ubicaban las canteras.
Queda pendiente de localizar la procedencia de los ejemplares que son de pudinga, pero este es asimismo un asunto pendiente. Por lo que respecta a los morteros de machaqueo las rocas cuarcíticas abundan en La Encinal y también el subsuelo de donde se asienta actualmente el núcleo habitado de Castropodame. Es mas en algunos casos ( en la zona donde se halla asentado Castropodame) hay rocas que no son de aspecto anguloso (como las de Llamillas- La Encinal y entorno) ; si no redondeadas. Pues bien también en estas rocas también hay morteros, no tan abundantes eso si como en las angulosas. Esta es otra razón más para sospechar que el origen del actual caso habitado de Castropodame fue un primitivo asentamiento dedicado al laboreo del cuarzo aurífero.
No quiera finalizar sin agradecer tanto
a Roberto Matías, como a Francisco Arias Ferrero, sus comentarios a este
artículo y por ultimo me gustaría plantear una pregunta. Si en la época romana
no había lupas de ningún tipo; ¿ cómo sabían los “geólogos” de entonces donde
se hallaba el oro?. Francisco Arias Ferrero que ha pasado muchas horas
estudiando los fragmentos de cuarzo de las minas de Castropodame, me dice que
con cierta práctica es posible “intuir” donde hay mas posibilidades de hallar
oro. En las rocas de cuarzo que son “más sucias”; es decir que no son
totalmente blancas si no que presentan incrustaciones rojizas o anaranjadas más
o menos evidentes a simple vista. Yo como apenas me he molestado en romper
piedras de cuarzo en busca de oro, no puedo opinar al respecto.
Castropodame, 30 de Enero de 2021
D. Rogelio Melendez Tercero, geólogo, miembro del INGEMI (grupo multidisciplinar de investigación geológica y minera dependiente de la Asoc. Mineralógica Aragonito Azul) e investigador científico.
http://masquepetroglifos.blogspot.com/2015/12/canales-romanos-ineditos-en-la-mineria.html?m=0
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