Desde la mina se puede ver el pueblo de Sta Cruz del Sil |
Algunas de estas minas enclavadas en plena montaña estaban unidas a la historia de muchos pueblos de la comarca, esas minas, pueblos y gentes tenían una relación casi indisoluble, tanto las alegría como las penas eran compartidas, mina-casa-pueblo desde el indicio del día hasta el ocaso del mismo, la evolución de estos pueblos, su progreso, la calidad de vida de sus pobladores iban unidos al tributo que deberían de pagar por arrancar de sus entrañas el negro carbón.
Otra perspectiva del pueblo visto desde las instalaciones de la mina. |
Tan cerca de casa, tan cerca de la mina, tan cerca, que se podía sentir las voladuras del interior, incluso el aliento del minero...
El olor que desprendían los vestuarios era un olor especial, el carbón pegado en las fundas mojadas, el sudor del esfuerzo realizado, el azufre y gases que desprendían los chambombos, esa mezcla comprimía ese característico olor que en ocasiones lo transportabas hasta casa.
Una pena que estas instalaciones no hubiesen servido para crear un parque temático minero, pasito a pasito nos estamos cargando nuestro patrimonio minero a la vez que histórico, nunca podremos recuperarlo.
El olor que desprendían los vestuarios era un olor especial, el carbón pegado en las fundas mojadas, el sudor del esfuerzo realizado, el azufre y gases que desprendían los chambombos, esa mezcla comprimía ese característico olor que en ocasiones lo transportabas hasta casa.
Oficinas y vestuarios de los mineros |
Esta mina ha sido un referente en la comarca ya que la realización del pozo inclinado supuso en su momento la modernización de la mina y la mejor extracción de estériles y carbón.
Las galerías principales se perforaban en estéril (areniscas o pizarras) al igual que las de arranque las cuales iban paralelas a la capa, estas galerías seguían la dirección de las capas que tenían un buzamiento casi vertical, desde las galerías en estéril se realizaban unos coladeros o contraataques (5 a 10 metros de largo) hasta calar o pinchar la capa de carbón, por estos contraataques se sacaba el carbón mediante chapas dependiendo de la inclinación del coladero y picado por los picadores en lo que se denomina tajos.
Los escombros de la galería de arriba eran aprovechados para introducirlos a la rampla de nivel inferior para relleno del taller de arranque una vez extraído el carbón. Para esta operación se realizaban unas cajas (tableros) con tablas de madera repartidos dentro de la rampla para que se rellenaran de escombros que eran introducidos por una pala cargadora eléctrica desde la galería de arriba.
Cabina de la maquina de extracción |
Tambor enorme de la maquina de extracción |
Mas instalaciones |
En muchos pequeños pueblos se repite la misma historia, dos cuadros metálicos, una pala o locomotora de pilas y un par de vagones, monumento al minero, no existe nada más? tenemos la sensación de que verdaderamente nos hemos olvidado de nuestra historia, el oxido y el olvido está en marcha, pasadas la próximas generaciones nadie se acordará de esta etapa, que ya algunos, quieren sacar partido explicando en foros, conferencias, mesas redondas y medios de comunicación lo que nunca vieron y lo que nunca conocieron, mas aún, van de sabios desconociendo las entrañas de la mina y desconociendo la realidad vivida por la mayoría de los mineros, ahora salen defendiendo a la minería, la lucha minera nunca desaparecerá por que es la historia del progreso y evolución de una comarca que aún tiene reivindicaciones pendientes.
Echamos en falta la verdadera historia del minero, del minero de campo, de sus gentes, de sus sufrimientos, de sus proezas, de las metas conseguidas, incluso de las taras y adjetivos asociados ligados a la profesión o al hombre mismo, del dinero gastado por si no se sale de la mina, por beber en demasía, para quitar el miedo?, de la camaradería sin color de piel, religión o raza.
Monumento al minero |
Alguien a profundizado en la verdadera historia del minero, sin miedo, sin limites, diciendo y contándolo todo, todo sobre el minero, sobre los negociantes que se hicieron ricos en el Bierzo, negociantes no empresarios, sobre aquellos que venían escondidos en camiones desde Portugal buscándose el pan y los dejaban en el Manzanal diciéndoles que era la frontera Francesa.
Algunos de ellos acabaron trabajando en minas y chamizos de la zona sin contrato y sin seguro, en definitiva como la vida misma, estas historias son la realidad de un pasado que forma parte de nuestro patrimonio minero no contado pero que cuando nos lo han podido contar antiguos mineros que han pasado esas penurias (muchos de ellos ya fallecidos) y la experiencia personal, hemos podido valorar más aún la idiosincrasia del minero.
Así son las cosas y así se las hemos contado
Jaja;) Sera Santa Cruz cismontano... no el tramuntano. Ambos bien mineros y muy buenos mineros.
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